EL FEMINISMO NO ES UN POPULISMO

Mujeres y organizaciones feministas de Latinoamérica y Europa se plantan frente a los intentos populistas de asaltar la agenda de los derechos de las mujeres y las niñas.

Fundan la Internacional de Mujeres Feministas (IMF) con el objetivo de defender y reivindicar la agenda feminista y denunciar el engaño y usurpación que pretenden funcionarias populistas como Irene Montero o Claudia Sheinbaum en una reunión programada para el próximo 30 de marzo a 1 de abril en Ciudad de México.

El feminismo no se divide por grupos de identidad sino que universaliza por dignidad humana esencial y común a todas las mujeres.

Líderes feministas y organizaciones de mujeres fundan la Internacional de Mujeres Feministas frente a los intentos populistas de asaltar la agenda de los derechos de las mujeres y las niñas.

La Internacional de Mujeres Feministas denuncia las maniobras de usurpación del feminismo que quieren protagonizar altas funcionarias y políticas en activo de España y el populismo latinoamericano.

Este 30 de marzo y 1 de abril se prevé en Ciudad de México un evento similar al que organizó en España la ministra de igualdad, Irene Montero, a finales de febrero del presente año, encaminados ambos a respaldar diversas acciones que desde el movimiento generista “queer” afectan severamente la integridad de la infancia y adolescencia, además de destruir los logros alcanzados por el movimiento feminista para las mujeres en el mundo.

Este encuentro anunciado como de “lideresas mundiales” pretende crear una “Internacional Feminista”, utilizando el término feminismo” no obstante, proponiendo una agenda adversa a su teoría, presente desde la Ilustración como un eje común de vindicaciones en donde las mujeres están siempre en el centro y se reconocen los derechos humanos tanto de ellas como de las niñas basados en el sexo.

Entre los aspectos más preocupantes de esta pretendida domesticación del feminismo a fin de que sirva a los gobiernos de corte populista, la alteración de la agenda pasa por introducir formas de explotación ofertadas a las mujeres de nuestros países como supuestas libertades, dígase aquí la explotación sexual como “trabajo” y la explotación reproductiva como “solidaridad”, siendo que los únicos que se liberan son los gobiernos en tanto se desdibuja la obligación de proveer una vida digna, 2 segura, con el goce y disfrute de derechos, además de tener la posibilidad de poner a la venta a sus ciudadanas bajo neologismos tramposos y deshumanizantes.

El encuentro populista en Ciudad de México sigue la línea de marketing que el anterior, organizado por el Ministerio de Igualdad del Gobierno de España para contrarrestar las reacciones sociales ante la ley trans y la ley del sí es sí, que habiendo prometido mayor justicia ha liberado agresores sexuales con sentencia. Es así que, mediante una fuerte inyección de recursos, Irene Montero, convocó exclusivamente a mujeres de la élite política en el poder además de algunas invitadas de Latinoamérica que desde la academia se han unido al discurso generista a sabiendas de la cosificación que ello significa.

Considerando esta acción como una simulación que pone en riesgo el avance de los derechos de las mujeres, la convocatoria para reproducirlo en México resulta particularmente ofensiva, siendo que precisamente en nuestro país la realidad sexuada de mujeres y hombres, es decir la implicación de la realidad biológica en las relaciones personales y sociales es innegable a razón de las muertes que provoca a diario.

Vivir en este #MéxicoFeminicida es existir en un espacio de riesgo permanente, en un contexto de desigualdad social, política y económica para las mujeres, aunado a la posibilidad de desaparecer, de ser acosada, violada y asesinada pero además culpada por todo ello siendo que el Estado no ha conseguido contrarrestar ninguna de las Alertas vigentes que actualmente implican más del 70% del territorio. Desde 2015, se han contabilizado un aproximado de 6,624 feminicidios, 48,027 muertes violentas de mujeres, más de 151 mil víctimas de lesiones y otras 136,715 de violación sin que hasta ahora se tenga noticia de que alguna de estas cifras haya podido acceder a la justicia.

Pensando en ello, en la dignidad que merece ser protegida y defendida para todas las mujeres, la respuesta de las organizaciones europeas y latinoamericanas ha sido presentar en esta misma fecha la constitución de la

INTERNACIONAL DE MUJERES FEMINISTAS (INTERNATIONAL FEMINIST WOMEN’S)

La Internacional de Mujeres Feministas integrada por mujeres y organizaciones de Argentina, Chile, México, Colombia, Venezuela, República Dominicana, Ecuador, España, Reino Unido, Italia y Francia, se constituyen en aras de reivindicar el carácter internacionalista del feminismo.

Reconociendo que la usurpación pretende negar a las mujeres como sujeto político del feminismo, sustituir la palabra “mujeres” por la amalgama de “todes”, “cis” “personas gestantes, vulvoportantes” entre otros usos humillantes para nosotras y peor, dar pie a la falsedad de que el feminismo es “un proyecto político transfronterizo”, denunciamos que hay una doble intención en intercambiar lo “internacional” por “transfronterizo” por cuanto se pretende eludir el marco 3 internacional de la agenda feminista para hacer valer la terminología propia del populismo posmoderno y relativista.

Esto puede degenerar incluso en que los Estados parte esquiven el marco internacional de los derechos de las mujeres avalado por la CEDAW de Naciones
Unidas (Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer) e impugnar lo que en el tratado CEDAW se formuló inequívocamente: que la causa de la desigualdad de las mujeres y niñas es por razón de sexo, por nacer mujeres, y que su efecto, el género, el conjunto de atributos, normas y estereotipos sexistas y de género, debe ser combatido activamente.

Transfronterizo, señalamos desde la Internacional de Mujeres Feministas, es el negocio de la prostitución y el de la pornografía, o el mercado de óvulos para la explotación de mujeres a través del alquiler de vientres, el tráfico de niñas para su matrimonio forzado, las guerras que incrementan la violencia contra las mujeres y las niñas.

Así la Internacional de Mujeres Feministas subraya:

El feminismo afirma que la causa de la desigualdad que como mujeres sufrimos es por razón de sexo. Por lo tanto, no es feminismo sustituir intencionadamente la categoría “sexo” por la falsa categoría “identidad de género”.
No es feminismo afirmar la existencia de la “identidad de género” o creencia en que ser mujer es una elección y un sentimiento.
El feminismo no divide por grupos identitarios sino que universaliza por dignidad humana esencial.
El feminismo se articula en una agenda de raíz abolicionista de la pornografía, la prostitución, los vientres de alquiler y del constructivismo social relativo al género.
El feminismo denuncia las prácticas represivas de señalamiento y cancelación que el populismo está ejerciendo sobre las feministas por mantener una agenda feminista.
El feminismo es una teoría política transformadora de la realidad con una agenda clara. No es una conjura de hermanas, ni un sueño. Las feministas somos mujeres en lucha contra el patriarcado, pero también contra postureos, modas e falsas imitaciones.

Desde la Internacional de Mujeres Feministas se defiende que esta es la única agenda internacional del feminismo y que cualquier otra cosa solo es un acto de impostura, un engaño que beneficia a determinadas funcionarias pero que condena a la gran mayoría de las mujeres a una vida sin derechos.

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