EL RADAR

DESTACADOS, OPINIÓN, RADAR

Por Jesús Aguilar

@jesusaguilarslp

LAS ANDADAS EN LAS CAÑADAS

El desarrollo LAS CAÑADAS, espacio en pugna por la obsesión de sus tenedores de realizarlo a pesar de estar en el Área Natural Protegida de la Sierra de San Miguelito, es de manera simple y llana el símbolo de la devastación de la comunidad de San Luis Potosí, el triunfo de la inconsciencia y la avaricia, la corona al contubernio entre los que se creen dueños de todo y creen que lo pueden hacer todo para incrementar sus fortunas y los corruptos funcionarios públicos que dejaron pasar esto, el triste epílogo de una serie de abusos sistemáticos del avance cínico en la destrucción de un espacio que juran en vano amar y buscar desarrollar y preservar. Sus socios conforman “el monstruo inmobiliario” al que hace referencia Guardianes de la Sierra, pero son tan abrumadoramente filosos que hoy ya hay sangre en su propia mesa.

Cuando la mentira es táctica, cuando las fachadas enaltecen la insensatez, cuando nada importa más que arrasar con la tierra para tener el triunfo de la falocracia burguesa, los riesgos son tan altos y los que están dispuestos a llegar hasta el final en la carrera de la avaricia deben estar tan decididos a hacer cualquier cosa que las cosas pueden terminar, como está sucediendo en tragedia.

Esta es una historia de fuentes confiables que ponen las piezas que se necesitan para entender los efectos actuales de este rompecabezas de atropellos, aún entre los que presuntamente son equipo.

Hace casi un año, el abogado Gustavo Barrera fue exhibido por Astrolabio por sus excesos en el intento de convencer a los comuneros del área en establecer una estrategia para anular y urbanizar el perímetro de Cañadas del área natural protegida.

Esta situación convocó sendos aspavientos que sumados a los amargos capítulos que ha enfrentado una de las más visibles cabezas del proyecto, el empresario Carlos “Chato” López Medina en sus “otras”pugnas con el Ayuntamiento capitalino por la concesión de Aguas del Poniente que terminó por no ser prorrogada, puso en la mesa la necesidad de un relevo en el liderazgo distinguible del proyecto, cosa que sucedió con Luis Mahbub Sarquís como relevista.

El fondo también tiene que ver con el agotamiento de la figura de Barrera López como alfil en la negociación y la estrategia legal que mantuvieron hasta el año pasado, pero esta situación tuvo efectos colaterales inconfesables.

Gustavo Barrera tuvo que enfrentar un proceso penal con una escandalosa detención por el caso de los Invernaderos de Santa Rita, proyecto cumbre del sexenio de Fernando Silva Nieto. El Gobernador que instruyó esta cacería de brujas fue Marcelo de los Santos Fraga.

Viejos amigos, De los Santos y Barrera inclusive fueron fórmula efectiva como abogado y contador en los servicios de buena parte de la hoy bautizada como “maldita herencia”, entonces también emergentes miembros de la oligarquía local con la que compartían amistad y negocios.

Barrera saltó el tema con evidentes heridas y se rehízo durante varios años para que justo después del cierre del sexenio Marcelista montara una tremenda demanda que 

exigía la reparación del daño moral que, aseguraba, le provocaron la acusación y encarcelamiento por peculado, fraude genérico, asociación delictuosa, falsificación de documentos, fraude específico y delitos contra la fidelidad profesional además de otros procesos alternos contra miembros de la prensa. Barrera López arremetió contra Marcelo y varios de sus colaboradores cercanos, el encono creció y se mantuvo en una efervescencia brutal hasta ahora.

Según fuentes confiables, hoy Barrera López ha demandado a una de las empresas de López Medina, “Espacios en el Horizonte” por 20 millones de pesos e intereses, habría renunciado a encabezar varios litigios contra el gobierno federal, decisiones con aparente doble fondo, por una parte, haber sido relegado de la máxima fuente de recursos, el caso Cañadas, por otra, negarse a conciliar intereses con el propio Marcelo de los Santos, su hijo y el empresario foráneo Alejandro Tamayo quienes llevan la batuta actualmente del tema.

Los apellidos Valladares, Anaya, Muñíz Werge, Mahbub, Del Valle, Torres Corzo y Tamayo son parte de esta trama convulsa, solo algunos tienen cierto picaporte con el actual palacio de gobierno para intentar negociar mucho más allá de sus insípidas sentadas en el Consejo Potosí.

La telenovela apenas comienza, la insistencia de la sociedad civil, medios responsables y abiertos y los diferentes conglomerados de defensa de la tierra y el patrimonio ecológico y cultural de la Sierra crece en intensidad y alcances, y el reloj financiero corre desesperado en las muñecas de los que con puños blancos firman cosas muy, pero muy oscuras.

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