Por Jesús Aguilar
LA LIBERTAD DE PRENSA
Hoy es el 3 de mayo, seguro pasará totalmente desapercibido por la mayoría silenciosa y no es tema de la mayoría de los candidatos que dan pena en las pasarelas nacionales y locales, pero es el Día Mundial de la Libertad de Prensa, fue proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993 y es una de las más tremendas deudas que la relación gobierno-sociedad tiene con el país y evidentemente en San Luis.
México sigue lidiando con un grave problema de libertad de prensa debido a una combinación de factores que crean un entorno hostil para los periodistas y los medios de comunicación. Una de las principales razones de este problema constante es la omnipresente influencia del crimen organizado y la corrupción en el país.
Las organizaciones criminales atacan a menudo a los periodistas que se atreven a informar sobre sus actividades, utilizando la violencia y la intimidación para silenciar la disidencia y mantener el control sobre la difusión de la información.
Los periodistas que critican al gobierno también se enfrentan a importantes riesgos, ya que las figuras políticas pueden considerar la información crítica como una amenaza a su poder y autoridad.
En algunos casos, funcionarios del gobierno y organismos encargados de hacer cumplir la ley se han visto implicados en agresiones contra periodistas o han hecho la vista gorda ante tales agresiones, condonando de hecho una cultura de impunidad.
Además, el presupuesto público se utiliza a menudo como elemento de presión para ejercer control sobre los medios de comunicación y los periodistas. Los ingresos publicitarios de las agencias gubernamentales representan una importante fuente de ingresos para muchas organizaciones de medios de comunicación, lo que crea una dependencia que puede comprometer la independencia periodística. Los funcionarios del gobierno pueden aprovechar esta influencia financiera para influir en las decisiones editoriales, suprimir la cobertura desfavorable o coaccionar a los periodistas para que se autocensuren.
También, el marco legal mexicano para proteger la libertad de prensa y perseguir a quienes atacan a los periodistas es a menudo inadecuado o se aplica de forma incoherente. Aunque existen leyes para salvaguardar la libertad de expresión y castigar a los autores de actos de violencia contra periodistas, su aplicación y cumplimiento siguen siendo laxos, lo que permite a los autores actuar con impunidad.
Faltan apoyo institucional y recursos para los periodistas que sufren amenazas o agresiones. Muchos periodistas trabajan en condiciones precarias, sin protección adecuada ni acceso a asistencia jurídica, lo que los hace vulnerables a la intimidación y la violencia.
En general, la combinación de crimen organizado, corrupción, presiones políticas y debilidades institucionales contribuye a la persistencia de un grave problema de libertad de prensa en México. Abordar estos problemas subyacentes requerirá un enfoque multifacético que implica el fortalecimiento de la protección jurídica de los periodistas, la lucha contra la impunidad de los ataques contra la prensa, y el fomento de una cultura de transparencia y rendición de cuentas tanto en el gobierno como en la industria de los medios de comunicación. En San Luis Potosí hay una delgada linea que hoy se comienza a traspasar en la inconsciencia del exceso uso de poder, la verticalidad insana de su ejercicio y la desubicación de funcionarios públicos que no entienden que no entienden y qu están condenados a recibir un fulminante proceso de ubicación, la sociedad está despierta y no puede mantenerse al margen. Los esfuerzos libres de los pocos medios que respetan a sus audiencia más que a sus vinculaciones inter institucionales como Astrolabio y Antena terminan por hacer la diferencia en su genesis y expansión. Nuestro compromiso es no claudicar, el de las instituciones entender que somos necesarios para la subsistencia de una conciencia masiva adecuada y de equilibrio con el poder.
