Importante infraestructura carretera semiurbana está a punto de acarrear grandes beneficios a la ciudad con la construcción del Libramiento Poniente de San Luis Potosí, obra titánica que abrirá 56 kilómetros de tierras agrestes, por siglos intocadas, casi muertas por la falta de utilidad pública, para convertirla en las venas del desarrollo de la capital y del país.
De esa obra ya se construyó 90 por ciento de la primera etapa, denominada “Arco Norte”, con una longitud de 31.7 kilómetros, del Libramiento Oriente de la carretera México-Matehuala, al entronque con la carretera a Zacatecas, cruzando los municipios de Soledad, San Luis Potosí y Mexquitic.
Esa obra se hace con una inversión de 900 millones de pesos.
Este primer tramo, considerado el más largo con 31.7 del total de los 56 kilómetros que tendrá, estará terminado en agosto; lo inaugurará el presidente Enrique Peña Nieto, y se abrirá inmediatamente al tráfico vehicular de largo itinerario, que dejará de cruzar por la capital evitando con ello accidentes, congestionamientos y pérdidas económicas.
Por sus dimensiones el Libramiento Poniente forma parte del Plan Nacional de Desarrollo y del Programa de Carreteras Federales, de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), y permitirá no sólo hermanar regiones, sino agilizar el crecimiento de esta zona del país.
Sí bien es cierto que la capital potosina ha sido, a través de los años, el ombligo del transporte del país para circular hacia los cuatro puntos cardinales, también lo es por la falta de infraestructura que no sólo limitó ese tránsito, sino que lo convirtió en un riesgo para sus ciudadanos que veían azorados el cruce permanente del tráfico pesado sin ninguna posibilidad de resolución.
El primer paso para resolver esta situación y dar a San Luis Potosí una nueva fisonomía se dio hace 21 años, cuando se construyó el Libramiento Oriente por el que transitan 11,000 vehículos diarios de largo itinerario, lo que permite ver el alcance de la nueva obra que resolverá un conflicto no sólo urbano, sino también económico del transporte de carga y de pasajeros.
Esta visión de largo plazo obligó a que el programa carretero del gobierno Federal, considerara como objetivo primordial contar con vialidades que permitieran el tránsito cómodo de los vehículos de largo itinerario, para ofrecer una respuesta a las necesidades de ciudades en crecimiento como la capital potosina, y que los libramientos fueran la opción idónea para evitar que el transporte pesado circulara por zonas urbanas.
La segunda etapa del Libramiento Poniente tendrá una longitud de 24.3 kilómetros, cruzará por Mexquitic, San Luis Potosí y Villa de Arriaga, y se enlazará con el Libramiento Oriente que comienza en la Carretera a México cerca de La Pila. Está programado para terminarse en 2014.
Todo esto en una suma de esfuerzos que involucran a la mayoría de las dependencias del Gobierno Federal, que vigilan no sólo la calidad de la obra sino también el uso del suelo, cuidado de la ecología, el agua, los derechos de vía, ambiente, así como flora y fauna, para realizar un proyecto sustentable.
Con esta obra San Luis Potosí contará con vías de comunicación modernas y seguras. Condición indispensable para impulsar el crecimiento de la economía, la competitividad de las regiones y la generación de empleos.
Los ejes principales del nuevo Libramiento Poniente serán seguridad y tiempo, entre otras cosas, en las que nada se ha dejado al azar, lo que contribuirá no sólo al mejoramiento estético de la capital, sino también a su despegue como una de las grandes capitales del país.
Con información de: http://www.oem.com.mx/elsoldesanluis/notas/n2940049.htm