En Alemania inauguran edificio que regula su temperatura por medio de algas

Uncategorized

Un edificio ‘hecho’ de algas? No se trata del fondo del mar, sino del recién inaugurado edificio alemán que se ha convertido en el primero en utilizar la tecnología con algas para calentarse y enfriarse.

Las fachadas del edificio tiene 129 paneles de vidrio (con medidas de 2.5 x 0.7 metros) que contienen microalgas, es decir, que su tamaño no es mayor al de una bacteria y se cultivan con agua, luz, dióxido de carbono y nutrientes.

Los paneles se pueden mover tal como los girasoles, dependiendo de en dónde esté el sol.

En este espacio hemos aludido en distintas ocasiones acerca de las alternativas “verdes” hacia el futuro de la agricultura y la arquitectura.

De hecho, en febrero pasado señalamos que las algas absorben el 80 por ciento del gas, liberando oxígeno. Al terminar su función, las algas pueden reciclarse y con generadores de biomasa, puede producirse biodiesel.

Y es que las algas son 200 por ciento mejores absorbedoras de CO2 y producen mejor biomasa que otros componentes como el aceite de colza.

Jan Wurm, líder de la investigación en Europa de Arup, la firma que diseñó el edificio, dijo a la BBC que “las algas viven y circulan, teniendo dos funciones: primero generar biomasa que podría usarse como fuente de energía, ya que puede extraerse y transformarse en biogas; y, segundo, acumulando el sol que no es absorbido por las algas”.

Y, a pesar de que el uso de algas en los edificios no es nuevo, es la primera vez que tres firmas se unen para poner en práctica esta tecnología, enfatizó Wurm.

Este proceso es costoso, la fachada de este edificio costó alrededor de 6.5 millones de dólares, pero es un beneficio sustentable y a largo plazo.

“Las algas generan sombra en verano y mantienen al edificio aislado del ruido exterior”, señala la BBC.

Y en el invierno, el calor se puede obtener cuando las algas se desarrollan de más y se convierten en biogas. Sin necesidad de combustibles fósiles, como se acostumbra actualmente.

No se modificaron genéticamente las algas, sino que se extrajeron de un río cercano y luego se cultivaron en laboratorio.

 

Con información de: Reporte Índigo

http://www.reporteindigo.com/piensa/sustentabilidad/la-construccion-mas-verde

Compartir ésta nota:
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp