Si eres de los que pone de pretexto que no te gusta desperdiciar el agua ni contaminar con detergentes, y nomás por eso andas con la ropa con costras de mugre de hace un mes, quizás en un futuro ya no habrá excusa para darle una lavadita a tus harapos.
Una estudiante de la carrera de Ingeniería Química en la Facultad de Química (FQ) de la UNAM se llevó el Premio Nacional y segundo lugar en América Latina del Henkel Innovation Challenge, esto por aventarse la idea de crear un nuevo sistema de lavado de ropa, el cual no necesita ni agua ni detergentes… sólo unas cuantas bacterias.
La forma de lavado es tan simple que hasta aquellos que no saben cómo se enciende la lavadora, podrán quitar las manchas de salsa de los tacos a sus camisas. Sólo tienen que aprender a utilizar dos aerosoles: uno para rociar las bacterias sobre la ropa, y el otro para matar a los rifados microorganismos… además de darle un toque de suavizante a las prendas y algo de perfume, ya saben para eso del buen olor.
Bueno, cabe aclarar que este sistema de limpieza creado por Jessica Valeria Cruz Aguirre en conjunto con Paulina Mar Lucas del IPN, quien se encarga de la parte de mercadotecnia, aún está en fase de experimentación y perfeccionamiento, ya que por ahora sólo sirve para quitar manchas de vino, aceite comestible y sudor… “¿y eso por qué?”, preguntará algún lector al que ya le urge despegarse de los lavaderos.
La respuesta es simple: las bacterias utilizadas para este proyecto se asocian con metales… pero se “aclimataron” y se les obligó a alimentarse únicamente con vino, aceite y sudor. El proceso es largo, pero los microorganismos mudan su dieta y así, cuando se aplican sobre la ropa, reconocen su “alimento” y atacan directamente sobre la mugre.
Obviamente dadas las inverosímiles formas en que el Godinez común mancha corbatas y camisas, pues se le tendría que aplicar una muy variada nutrición a las bacterias en cuestión, pero nada que no se pueda arreglar. Al proyecto de Cruz Aguirre le falta desarrollo y no se ha tenido un producto acabado y listo para ingresar al variado mercado de los detergentes de ropa.
Al novedoso sistema de lavado, explicó la estudiante, le faltan pruebas que determinen que la bacteria no representa riesgos a la salud ni al medio ambiente. “El proyecto está en ciernes; le falta desarrollo a la bacteria, producción y estimar costos (…) si le echamos ganas y lo desarrollamos, auguro un futuro promisorio”.
Fuente: Sopitas