Exhibir poderío de arsenales, la estrategia mediática del CJNG

Fusiles Barret, ametralladoras ligeras, lanzacohetes RPG y lanzallamas. El mensaje del Cártel Jalisco Nueva Generación es claro. Están armados y listos para una guerra.

El cártel heredó la costumbre de mandar mensajes difundidos a través de redes sociales. Contra sus adversarios, contra los ciudadanos e incluso en contra de autoridades. Siempre mostrando el músculo.

Se trata de la organización criminal mejor armada de nuestro país, según inteligencia estadunidense. Desde revólveres hasta ametralladoras pesadas.

Estas son algunas de sus armas predilectas. Armas utilizadas como publicidad, como un alarde, pero que también amenazan a las autoridades municipales y estatales.

  • El fusil Barrett de .50 milímetros. Un arma de precisión, diseñada para disparar una bala a la vez, con largo alcance y capacidad de atravesar, derribar y destruir vehículos y unidades blindadas.
  • Ametralladoras ligeras tipo FN, M60 o M2. Armas pesadas, diseñadas para disparar de forma completamente automática grandes rondas de munición. La diferencia con una ametralladora pesada, es que esta puede ser operada por una sola persona, y con la posibilidad de tener movilidad.
  • Ametralladoras de tripié, tipo Browning M2. Ametralladoras pesadas que se colocan en un punto fijo y permiten disparar amplias rondas de munición.
  • Fusiles Ak47, FN SCAR, AR15 y sus variantes M16, MK18, MCX Y XM. Armas medianas con capacidad de disparar munición de grueso calibre. Subfusiles o fusiles de asalto UMP, MPX y AKS. Armas ligeras que utilizan munición de mediano calibre.
  • Lanzacohetes RPG. Un artefacto que lanza granadas, con la posibilidad incluso de detener el avance de tanques.
  • Lanzallamas. Artefactos que en realidad no tienen una finalidad útil más que el de generar miedo. En Estados Unidos son consideradas herramientas, no armas.

Sin embargo, este amplio catálogo de armas con el que cuenta el cártel no representa una amenaza para las fuerzas armadas. El dilema se encuentra en la prohibición, por leyes internacionales y nacionales, para utilizar armamento de guerra en contra de mexicanos.

“Es un cártel comparativamente hablando con las otras organizaciones criminales bien armado. Frente a las fuerzas armadas de México no tiene nada qué hacer. Lo que sucede es que las leyes internacionales impiden que los ejércitos, estamos hablando particularmente de México, no puedan usar armamento convencional de guerra contra mexicanos”, explicó en entrevista con MILENIO el profesor investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y experto en seguridad, Javier Oliva.

La verdadera preocupación radica en que son las policías municipales y estatales, las corporaciones que corren peligro al enfrentarse a este tipo de organizaciones.

“Indudablemente son armas con un volumen de fuego que supera por mucho al de las policías estatales y municipales. Tal vez algunas policías estatales tengan cierta capacidad de respuesta pero por el número y por el volumen de fuego que tienen estas armas, hace muy difícil que les puedan hacer frente. Necesitan estar acompañados por elementos de la GN o las fuerzas armadas para poderles hacer frente de manera seria. Como hemos sabido, lamentablemente, en los casos más dramáticos (de crimen organizado) están involucradas las policías municipales.”

Es ahí, con policías locales, donde Oliva ha identificado un área de oportunidad importante para los gobiernos.

“Un policía sin valores, sin vocación de servicio a la sociedad y también sin un respaldo de saber que en cualquier momento puede morir y que sepa que su familia va a estar protegida, pero sin estas condiciones se hace muy difícil. Morena, el año pasado, recortó en la Cámara de diputados, un tercio al presupuesto de seguridad pública etiquetado para los municipios”.

Oliva identifica al fenómeno de los cárteles en varios de los estados de nuestro país como una “presencia dictatorial de organizaciones criminales”.

La violencia, alimentada por la carrera entre organizaciones para controlar mercados como el de la extorsión, el secuestro, el cobro de piso y el tráfico de drogas, ha sacado a relucir el problema de las armas en posesión de los cárteles. Una problemática que, según Oliva, debe atenderse de forma integral.

“Ahora no son solamente los fusiles de asalto, o los lanzacohetes, no son las armas cortas. Y la otra, que es muy importante y se habla muy poco: el abastecimiento, es decir, las municiones. Puedes tener el armamento más potente, más destructivo, pero si no tienes proyectiles para usarlo se vuelve un adorno. El abastecimiento es una parte crucial para entender estos desafíos que lanzan, primero a sus enemigos, y por el otro lado, que lanzan a las autoridades mexicanas”.

Actualmente el Cártel Jalisco tiene sólo un adversario que representa un reto: El Cártel de Sinaloa, con la que se pelea, además de plazas en nuestro país, la producción y tráfico de la droga más peligrosa, y lucrativa, en el mercado actual de las drogas, el fentanilo.

Milenio

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