Un joven de 24 años de edad murió en la localidad de Las Brasas, Argentina, y en un hecho insólito, su familia decidió ocultar su cuerpo durante tres días para rezarle e intentar revivirlo.
La policía de la ciudad que descubrió lo ocurrido se refirió al caso como “un acontecimiento religioso extremo” y se dio a la tarea de investigar a profundidad lo que había ocurrido con Gastón Claudio Chávez.
Ya que, de inicio, fue su tío quien reportó la desaparición del joven de 24 años de edad. Informando a las autoridades que sus familiares no se notaron preocupados por la desaparición e, incluso, no lo dejaron entrar en el domicilio de Gastón.
Ante el “actuar sospechoso” de la familia de Gastón, la policía solicitó un registro del domicilio para darse cuenta que, tanto la madre como la hermana del desaparecido respondían a sus cuestionamientos con expresiones meramente religiosas.
Gastón vivía con su mamá y la pareja de ella; su hermana y su hija menor de edad. Sin embargo, tenía varios días sin dar señales de vida o de su paradero a ningún otro familiar o amigo externo a este círculo de personas.
Fue durante la madrugada que los elementos de la policía hicieron un cateo en el domicilio para buscar pistas de la desaparición pero encontraron algo aún más macabro. Ya que, en una habitación al final de la vivienda se encontraba el cuerpo de Gastón tendido sobre una cama.
Los restos presentaban un evidente y avanzado estado de descomposición. Información que confirmó el forense, al analizar el cuerpo y dar con una aparente “muerte natural” ocurrida hace tres días.
“Estas personas vivieron con el cuerpo de su familiar más de tres días con un olor nauseabundo en el domicilio, pero ellos decían que estaban orando para que resucite y se componga”, declaró un oficial de policía.
El caso fue catalogado como “una situación religiosa llevada al extremo” en Argentina, derivado de lo ocurrido, su hermana y su madre fueron detenidas pero fueron puestas en libertad con la consigna de sepultar el cuerpo como corresponde.
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