Arquitectos del Nuevo Milenio
Por Arq. Martha Yolanda Pérez Barragán
En la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (2006) organizada por la ONU y llevada a cabo en Nueva York (2006) se realizó un documento que fue firmado por 8 países, entre ellos México. El propósito de este evento según indica el artículo 1º fue: “promover, proteger y asegurar el goce pleno y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales por todas las personas con discapacidad y promover el respeto de su dignidad inherente”, haciendo referencia a la discapacidad como: “Cualquier restricción o impedimento de la capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del margen que se considera normal para el ser humano” (OMS). A partir de esos años se los países comprometidos proponen diversas estrategias, en donde destaca la implementación de normas y recomendaciones que garanticen la accesibilidad universal.
De acuerdo con el principio de accesibilidad de la ONU los estados parte adoptarán medidas pertinentes para asegurar el acceso de las personas con discapacidad en igualdad de condiciones con las demás, al entorno físico, el transporte, la información y las comunicaciones, incluidos los sistemas y las tecnologías de la información y las comunicaciones y a otros servicios e instalaciones abiertos al público o de uso público, tanto en zonas urbanas como rurales. No obstante, la poca empatía y comprensión del tema por parte de diseñadores y responsables de la ejecución de obra origina que la mayoría de las ciudades de México sigan en deuda con este compromiso.
La situación respecto a la accesibilidad urbana es variada y presenta avances en diferentes grados, sin duda, queda mucho por avanzar en esta materia. A pesar de que podemos ver ciudades que paulatinamente han mejorado la accesibilidad para personas en desventaja por su condición física y/o sensorial en los últimos 15 años, todas y todos los ciudadanos deberíamos actuar desde nuestra trinchera para lograr este compromiso, no olvidemos que con suerte lleguen a ser adultos mayores y agradecerán que el entorno urbano sea amable con ustedes.
En el caso de México son varias las localidades que han abordado el problema de equidad en la accesibilidad a través de diversas acciones, se observa en la implementación de normativas que se ven reflejadas en intervenciones físicas en el espacio urbano donde la mayoría de la gente puede cubrir algunos aspectos de movilidad.
Pero entonces ¿cómo se presenta la ciudad ante los diversos grupos vulnerables?, refiriéndonos a las personas ciegas, sordas, con motricidad reducida o aquellas personas con problemas cognitivos.
No olvidemos que todos estamos expuestos a formar parte de alguno de estos grupos de manera permanente o temporal, considerando que una ciudad es en gran medida un espacio público que tiene la obligación de dar servicio a tod@s sus habitantes, servicios tales como administrativos, recreativos, culturales, de comunicación; por lo tanto, una ciudad debe ofrecer y responder a la escala y necesidades de todos, debe ser una ciudad segura a la medida del peatón y no del conductor.
¿Cómo podemos minimizar este impacto? el objetivo está relacionado directamente con crear una voluntad ciudadana a involucrarse con el diseño y construcción de un entorno urbano inclusivo, acciones tan simples como las propuestas en manuales que encontramos en línea, por ejemplo, unas recomendaciones técnicas simples de entender los comparte la corporación ciudad accesible, pone a disposición fichas para organizar y difundir entre las personas relacionadas con el mundo del diseño y la construcción además para toda la ciudadanía, estas las pueden encontrar en el siguiente link: https://www.ciudadaccesible.cl/fichas-accesibles-nuevo-material-actualizado/, no olvidemos que todo aquello que planifiquemos bajo una mirada de uso y acceso universal, no será más que una inversión para nuestro propio futuro.
La accesibilidad es un derecho fundamental de todos los ciudadanos y lo debemos de disfrutar en igualdad de condiciones, por ello consideramos que las comunidades y localidades deberían apostar realmente por adaptarse a las necesidades de sus habitantes. https://youtu.be/f2lG-Vt2wH4
Martha Yolanda Pérez Barragán es Arquitecta, con estudios de Maestría y Doctorado en Ciencias del Hábitat en la Facultad del Hábitat de la UASLP y la Universidad Autónoma de Yucatán. Forma parte del Sistema Nacional de Investigadores actualmente Nivel I, Doctor Honoris Causa y Galardonada en la Excelencia Educativa por la Universidad Católica del Norte de Antofagasta y la Organización Internacional para la Inclusión y Calidad Educativa (OIICE), Chile.
Es catedrática de la Facultad del Hábitat desde 1991, Profesora investigadora de Tiempo Completo; Coordinadora del Centro de Diseño y Vinculación de la Facultad del Hábitat; secretaria de Vinculación y Líder del Cuerpo académico Hábitat y Sustentabilidad del Territorio. Es representante de la UASLP en la Red Iberoamericana de Accesibilidad (AUN) desde el año 2009 a la fecha. Sus líneas de investigación son: Accesibilidad y diseño universal, Habitabilidad, Espacio Público, Calidad de Vida y Producción del espacio social. Es autor de publicaciones con arbitraje locales, nacionales e internacionales y coordinadora de varios libros con ISBN.