La Fiscalía General de la República (FGR) tiene distintas líneas de investigación por los ataques y tiroteos del 17 de octubre de 2019, cuando se intentó detener a Ovidio Guzmán López en Culiacán, donde incluye a miembros del Ejército como presuntos responsables.
“Hago de su conocimiento que esta Fiscalía cuenta con líneas de investigación en las que se pudiera desprender la posible participación de elementos de su corporación en los hechos acontecidos”, señala un mail enviado el 15 de febrero pasado por la Fiscal Judith Fabiola Flores Muñoz.
Uno de esos hombres, de apellido Cobos, es ayudante de Luis Cresencio Sandoval, Secretario de la Defensa Nacional.
Ese correo forma parte de de la mayor filtración de información en la historia de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) por los hacktivistas de “Guacamaya”.
Así como ese correo, existen otros documentos relacionados con los hechos ocurridos el 17 de octubre de 2019.
Ese día tomó por sorpresa a todos los habitantes de esta ciudad el llamado Cártel de Sinaloa, amenazando con sus fusiles, bloqueando calles y causando terror como un acto de negociación con las autoridades federales que habían detenido a uno de los hijos de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”.
El operativo de las fuerzas federales comenzó alrededor de las 14:00 horas, cuando se rodeó la casa de Guzmán López en el Fraccionamiento Tres Ríos. 25 minutos después, los elementos entraron al domicilio.
El hijo de “El Chapo” decidió entregarse, pero de inmediato comenzó una refriega por grupos criminales.
Tras entregarse, Guzmán López negoció con los elementos de la Guardia Nacional que lo detuvieron para que cesara el fuego. Cincuenta minutos después éste llamó a su hermano Iván Archivaldo Guzmán Salazar, pero “respondió con una negativa y lanzó amenazas en contra del personal militar y sus familias”.
Hubo al menos 500 hombres armados, miembros de grupos criminales, alrededor de esa casa para evitar esa detención durante un poco más de cuatro horas.
Esa violencia se trasladó a todo el sector Tres Ríos, las colonias Infonavit Humaya, Vicente Guerrero y Villa Universidad. Ahí habrían muerto hasta 13 personas, entre ellos un militar y tres civiles que iban pasando por el lugar sin saber de la violencia desatada.
Los hombres armados robaron más de 50 vehículos, amenazaron a los culiacanenses con esos fusiles, algunos fueron golpeados y otros más quedaron heridos.
Superaron en demasía a los ocho elementos de la Guardia Nacional acompañados por 38 elementos del Grupo de Análisis de Información del Narcotráfico (GAIN), 23 elementos del 94 batallón de infantería, 22 elementos de la 24 compañía de infantería, 20 elementos del 110 batallón de infantería y 34 elementos del Tercer batallón de Operaciones Especiales.
Una de las líneas de investigación incluye la participación de miembros de la Guardia Nacional, pues se detectó una unidad con personal de la institución previo al operativo.
La Fiscalía General de la República solicitó la comparecencia de los siete elementos para que declararan sobre los hechos ocurridos el 17 de octubre de 2019.
Previamente hubo una serie de correos con solicitudes de información sobre “posibles acciones subversivas y reportes de inteligencia de posibles acciones que atentan contra la seguridad pública del estado por parte de ‘Los Chapitos’ y/o ‘Cártel del Chapo Guzmán’ y/o ‘Cártel de Sinaloa’”.
De acuerdo con la cronología de la Fiscalía General de la República, murieron oficialmente 11 personas, entre ellos un elemento de la Guardia Nacional que fue calcinado.
El momento más violento sucedió a las 18:55 horas, cuando salió un vehículo particular de la casa de Guzmán López escoltado por patrullas militares.
A partir de ese momento los ataques fueron dirigidos para asesinar a militares y elementos de la Guardia Nacional.
Luego sucedió la liberación de Guzmán López tras una llamada del Presidente Andrés Manuel López Obrador a las 19:30 horas, ordenando cesar el fuego para evitar la muerte de 200 personas que se encontraban en el complejo habitacional militar de la Colonia 21 de Marzo.
Sin Embargo