La igualdad en el deporte

Uncategorized

Deporteando El deporte es en sí una actividad física que al momento de de darle un carácter competitivo modifica su funcionalidad, la importancia de este en la sociedad destaca en los efectos positivos que este transmite y emite principalmente en la búsqueda de establecer relaciones sociales sanas entre las personas; ante esto la lucha por eliminar todo tipo de práctica discriminatoria en el deporte es hoy un factor determinante para que las personas puedan realizar cualquier actividad deportiva bajo los principios de igualdad establecidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. “Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que tenga por objeto anular los derechos y libertades de las personas”. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 1º.  no puede ser más clara al respecto, y es que el Estado está obligado a garantizar y respetar la igualdad entre las personas,  y promover la no discriminación en todos los ámbitos; por esto mismo en días pasados le toco al deporte ser el referente en la materia, y es que pues sí, también es necesario regular y establecer que todas aquellas personas que realizan una actividad deportiva deben tener las mismas oportunidades. Ante esta situación la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados rescató un proyecto de reforma y adición de diferentes disposiciones en la Ley General de Cultura Física y Deporte presentado el 22 de agosto del 2012, que tiene como finalidad la prevención y eliminación de la discriminación en el deporte; la iniciativa es precisa y es busca establecer la igualdad de oportunidades sin distinción. A  pesar de ser un derecho propio establecido en la Carta Olímpica, el garantizar la igualdad de la persona,  la discriminación en el deporte existe en distintas modalidades ya sean por  motivos raciales, económicos, de género o por la religión que profesan. Hemos sido testigos como en diversos torneos, como en el tenis los hombres reciben un premio económico mayor al de una mujer, o cómo diversos futbolistas son objeto de comentarios discriminatorios por su color de piel y de igual forma las diferencias en apoyos para atletas con alguna discapacidad con respecto a los que reciben los atletas convencionales, por esta razón aunque este dicho y comprendido, se ha comenzado este proyecto con la finalidad de establecer en México la igualdad para todos los practicantes del deporte. El proyecto busca establecer cosas muy simples como el modificar el término personas con capacidades diferentes  por el de  personas con discapacidad,   hasta la inclusión del mismo CONAPRED (Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación) como órgano encargado de emitir y difundir acciones que en materia deportiva pudiesen  resultar discriminatorias. Y es que todos tenemos derecho a la práctica de cualquier actividad deportiva y contar con los espacios necesarios para poder llevar esta a cabo; de igual forma los apoyos, reconocimientos y estímulos deben entregarse  de igual manera a todos y todas sin distinción, sin ejercer diferencia u otorgar ventaja alguna entre las personas. Algunas de las modificaciones que se buscan realizar a la Ley,  van desde incluir  los términos origen étnico, la discapacidad y  preferencias sexuales,  en la fracción X del artículo 2 de la LGCFD para que estos sean reconocidos y empleados  en diversos ordenamientos jurídicos, de igual forma se modifica el término de personas con capacidades diferentes  por el de  personas con discapacidad el cuál se plantea en el 47 de la misma ley. Este proyecto no solo ha sido presentado y desarrollado en el H. Congreso de la Unión, de igual forma en el Congreso Local, los diputados Crisógono Sánchéz y Jaén Castillo han propuesto reformar el artículo 31 de la Ley Estatal del Deporte con la finalidad de que existan instrumentos jurídicos para garantizar la igualdad de la persona y homogenizar los programas de desarrollo en materia deportiva. Está claro que los actos discriminatorios no deberían existir, y que el tener que llegar a regular estos comprende una falta terrible en nuestro actuar así que más allá de emprender una lucha por igualar las circunstancias en las que las personas puedan realizar una actividad deportiva sin distinciones, también implica modificar conductas y difundir los principios de igualdad entre los ciudadanos para crear conciencia que al efectuar diferencias, se está llevando a cabo un acto de discriminación, mismos que son pan de cada día hasta en el deporte.]]>

Compartir ésta nota:
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp