POR HERMENEGILDO GALEANA
EL MIEDO A LOS JÓVENES
No solo el ex alcalde Guillermo Pizzuto dio muestras del pánico que los funcionarios le tienen a los jóvenes, al cancelar aquel mítico concierto de Black Sabbath en San Luis, también Alfonso Lastras cuando decidió cerrar las preparatorias de la UASLP, argumentando que solo eran carne de cañón de los lideres universitarios y sus planillas. Como ellos muchos de los funcionarios son extremadamente cautelosos en cualquier tema que tenga que ver con la juventud, resuelven siempre los apoyos en becas, pero difícilmente ofrecen espacios y eventos públicos donde los jóvenes puedan expresarse en libertad.
Hace más de un mes, de hecho antes del proceso de elección de rector en la UASLP, un grupo de jóvenes denominado Consejo Estatal Universitario, solicito al rector por escrito su apoyo y visto bueno para realizar una serie de foros en el interior de la Universidad, en los que se invitaría a los candidatos a diputados federales y locales de los distritos de la capital, así como a los candidatos a la alcaldía, para realizar un dialogo abierto en el que los jóvenes universitarios podrían escuchar las propuestas de los candidatos y de igual manera ellos podrían escuchar a los jóvenes.
En una primera reunión con los jóvenes, el rector, mostró un genuino interés por la propuesta de los muchachos, señaló que habría que esperar las elecciones de rector, para poder tomar decisiones, pero también sugirió que para fortalecer la propuesta convendría tener el visto bueno del CEPPAC y del INE, para que se pudieran llevar a cabo los foros. Los jóvenes con la emoción e ingenuidad característica de la edad, se movieron para conseguir dichos respaldos, y lo consiguieron, y el rector se reeligió, dadas estas condiciones, los jóvenes regresaron para afinar detalles de lo que consideraban un evento sin precedentes en el interior de la UASLP.
Sin recibirlos en primera instancia, el rector paso la responsabilidad a su Secretario General, Federico Garza, quien tampoco tuvo el tino de atenderlos personalmente, envió a un personero, quien a manera de regaño, les adelanto que estaba muy complicado, y les dejo de tarea una serie de condiciones que no solo complicaban la realización del evento sino más bien hacían imposible materializar los foros. Contrariados los chavos continuaron con su calvario, tratando de solventar las condiciones, pidieron nuevamente una reunión con el rector a través de un oficio en que hacían hincapié en la descortés manera en que fueron enterados de las decisiones.
El rector los volvió a recibir, pero ya, en un caso parecido al de las películas, donde aparece el policía bueno y el policía malo, el Dr. Zermeño volvió a felicitarles y decirles que cuentan con su apoyo, pero que para poder autorizar el foro, necesitaba primero las confirmaciones de la participación de los candidatos y que deberían invitar a otras universidades y que la sede de la universidad fuera la última del proyecto.
Lo que pudo haber sido un ejercicio universitario sin precedentes, lo convirtieron en un laberinto de condiciones y trabas, el Tec de Monterrey se les adelantó y con ello todas las posibilidades de cristalizar un genuino evento democrático en el seno de la Universidad. ¿Por qué tantas trabas?, ¿A que le tiene miedo el Rector?, ¿Por qué no desde un principio negarles la posibilidad y de esta manera ellos buscaran otra alternativa para hacerlo? Desde mi punto de vista creo que subestimaron la capacidad de organización y de logística de los jóvenes universitarios, por si no se había dado cuenta el rector, el principal quehacer de su mandato es en favor de formar jóvenes, de entregarle a la sociedad una juventud, dinámica, incluyente, sensible, participativa y consiente de realidad política, económica y cultural de San Luis.
Donde debería ponerse exigente ese rector y condicionar y poner trabas es, en sus eventos, no es posible que continúe celebrando una feria del libro que más bien parece un deja vú, al estilo de la película de Hechizo en el tiempo con Bill Murray, esa feria parece la misma feria cada año, ya raya en lo patético, los mismos libreros, los mismos formatos logísticos, los mismos escritores, las mismas dinámicas, y los mismos resultados, habría que pensar en hacer una evaluación de rendimiento, 48 años y San Luis continúa con los mismos niveles de consumo literario, no han incidido ni en la comunidad universitaria en el público en general, ya jubilen a la Blavier, a este rector le tocarán los 50 años de esta feria, y si va a hacer algo como los festejos de los 100 años de Autonomía, pues ya valió.
