Tristeza y desolación causaron, entre directivos y personal universitario, los daños ocasionados por manifestantes feministas a la Librería UASLP, espacio señalado por su directora, Patricia Flores, como “plural, incluyente, que abre espacios al pensamiento constructivo y a literatura que aborda la problemática de las mujeres”.
Afirmó que desde la Dirección de Fomento Editorial y Publicaciones de la Universidad Autónoma, “se ha luchado por años por el respeto a todas y cada una de las corrientes feministas y por el derecho de las mujeres a vivir una vida sin violencia, pero así no se combate la violencia; sólo se logra incrementarla”.
Dijo que algunas manifestantes usaron botes de spray y encendedores para prender fuego, a través de las ventanas destruidas, a las cortinas interiores de la librería sin tomar en cuenta que el edificio alberga materiales muy inflamables.
Negó categóricamente que, en algún momento, se haya usado gas u otra sustancia en contra de las feministas y, en cambio, aseguró que la Librería UASLP lleva años haciendo “un esfuerzo enorme por tener libros que hablan de la problemática de las mujeres”.
“Querían destruirlo, pero empezaremos, otra vez, su reconstrucción. Para eso estamos hechas las y los universitarios: para volver a empezar y si es necesario, desde cero”, dijo la funcionaria.
A nivel institucional, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí no definió si por los hechos del 8 de marzo se presentará alguna denuncia penal.
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