Las lecciones del fuego

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Astrolabio

•En San Luis Potosí la sociedad civil camina años luz delante del gobierno que ni en helicóptero la alcanza.

•Protección civil no es lo que la autoridad hace en los días en que ocurre una crisis. Sino todo lo que debería estar haciendo el resto del tiempo.

•El gobierno siempre tiene imponderables. Un incendio de gran magnitud puede interrumpir su semana inglesa pero tómelo con calma, siempre existe la posibilidad de que los burócratas con Twitter aprovechen para intentar construirle en unos pocos días una imagen que a estas alturas ya es innecesaria.

•La solidaridad humanitaria es fundamental pero no menos importante es la prevención de desastres antropogénicos.

•Usted tiene el derecho humano de ir a una boda. El privilegio de un bodorrio en la playa no se pierde por tener obligaciones más graves que atender. Puede usted trabajar a través de la línea telefónica. Incluso preserva el derecho de cuestionar a quienes haciendo algo en donde ocurre un incendio (digamos su municipio), no hicieron lo que usted habría hecho si le hubiera ocasionado a los novios el infinito dolor de privarlos de su presencia. Pero al menos procure que en su agenda de actividades aparezca la boda, la catilinaria surrealista del deber, los recibos de teléfono, las actividades de su gobierno “call center” o de plano avísele a los incendios (23 y 24 de marzo, días de mayor inclemencia del fuego, la página del gobierno municipal de Ciudad Valles reporta: no hay eventos http://vallesslp.gob.mx/agenda).

•Si en comunicado oficial declara la existencia de al menos 14 incendios simultáneos, y conjetura sobre la presunta culpabilidad de tres personas, considere “dos huevos más que cacarear”: primero, en virtud de sus descubrimientos matemáticos podría solicitarle a sus bots que exijan borrar a Pitágoras de la Wikipedia; y segundo, usted ha descubierto en autos el don de la ubicuidad.

•Si está en una boda, digamos en Cancún, y se da cuenta que a quién le están haciendo “El muertito” no es al novio sino a usted, es probable que todo sea una metáfora sobre su futuro político. Medítelo cuando termine de zapatear el Payaso de Rodeo sobre el juramento constitucional que le hizo al pueblo que lo eligió.

•No se apresure por extender actas de defunción a los incendios, esos díscolos suelen preocuparse poco de los performances heroicos de los gobernantes.

•¿Es usted demasiado simpático, popular y amado por las personas al punto que eso le provoca aburrimiento o franco sopor? ¿Necesita un poco de irritación social en su contra? Pruebe con el método fácil y práctico para conseguir enemigos del Licenciado Azuara. Declare algo así como “Twitter es para tarados” y verá como su cuenta (¡De Twitter!) adquiere una popularidad sin precedentes (diría inédito pero quizá ya está patentado). Resultados garantizados.

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