Lo inevitable, lo lamentable

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Sólo puedo tratar con lo puede probarse.

¿Entiende esto?.. ¿Puede probarlo?”

Artur Miller

Lo había estado postergando y sin embargo, desde aquí, un casi viernes 29, ya puede mirarse el fin de las campañas políticas y el arribo de otras elecciones. Pero disculpe, hoy es imperante encontrarse de otra manera, como luego sucedía a cada tanto por estas letras, así que imagine que el sol está muriendo y que sobre el balcón desde el que le escribo, las plantas están refrescándose apenas, aquí hay dos bancos de madera, tenga tome uno, siéntese por favor, aquí una bebida fresca. Si, es una mirada hermosa la que nos brinda este apéndice del edificio, San Luis se mira tan quieto a esta hora, como si la cantera descansara de toda la gente, aún en ruinas es bella mi ciudad ¿no lo cree?

¿Qué le parecieron las campañas políticas? Mire que hace como un mes tomé la decisión de desintoxicar mi entorno de ellas, de todas, no se ría. Reconozco que tiene algo de siniestra gracia, de tristeza. Desde luego con más recursos para invadir cualquier sitio, fue inevitable estar tan siquiera un día sin todas aquellas voces, sin las canciones horrorosas o el su acoso callejero que tenía lugar sobre las avenidas.

Estamos justo en el punto donde todos quieren quedar bien, cuando las relaciones se renuevan y las prebendas comienzan a prometerse, ayer escribía Zepeda Patterson acerca de los entendidos de la corrupción que se legitiman en la mentalidad mexicana, de esas cosas que nadie nunca dice pero todo mundo sabe y me da por pensar en todo el funcionariado que está volcado en trabajar por la “causa” política y escaldarse la lengua lo que haga falta. También me pregunto cuánto de mi sueldo o de mis impuestos pudieran estar engordando la producción de toda esa pantomima que tanto detesto.

Así que al querer evadirme he podido descubrir que en otros sitios la opinión de la sociedad independientemente de la tendencia de sus partidos, puede reconocer en sus gestiones cosas positivas, el cumplimiento de sus obligaciones y el hígado que hay que tener para ponerse de acuerdo, de ahí hacía aquí un mar.

¿Usted está tan harto, tan fastidiada de todo esto? ¿Sera cierto que no existen alternativas? ¿Esto es política? Haga un poder por escucharlos en estos días, a candidatos, a seguidores, allí hay una situación preocupante. Quieren que creamos sin pruebas, sin mínimos indicios, ya no de que sean personas confiables sino de que tengan la capacidad de producir un pensamiento propio, sin muletas o asesores que mareen la perdiz. Difícilmente se someten a un escrutinio no controlado o responden preguntas al si o no, antes retuercen las cosas al entrevistador y terminan hablando de si mismos otra vez y no de lo que le sucede a esta ciudad. No veo como sirva el apellido, la genética, la oriundez, ni siquiera los estudios si no se ha percibido que la realidad particular no es la única que existe. No veo como afirmarse probos, inteligentes, honestos, coherentes, equilibrados, justos o transparentes, pero no probarlo.

No he escuchado a ninguno que reconozca las falencias de su partido, de cerrazón, de corrupción o de abuso, por el contrario es una negación sistemática y perpetua hacia los sendos errores de esas organizaciones: “Aquí no pasa nada todo es excelente, mi partido es el único que… no fue mi partido fue el anterior.” Suena a locura, a bulo, a burla, a ridículo, a falta de respeto a la inteligencia del electorado, que le sobran los ejemplos de la falta de congruencia, que ha pagado en sus carnes y en sus familias la calidad de su hacer político. Ni siquiera un lo siento, un estuvo mal, un es cierto.

Han dicho que la política solo la pueden hacer ellos y solo desde sus partidos, es algo corto de miras si se considera que no todas las personas pueden sostener esas maneras tiradas al autoengaño, que a este punto parece no haber propuestas concretas del abordaje o tratamiento a los problemas en ningún tema. ¿Y eso es todo?

Nos quedamos tristes por lo lamentable de la situación y el ocaso se aproxima, pero puedo contarle a cambio aquellas figuras que he recordado recién, las hermanas Dino (temor), Enio (horror) y Pendfredo (alarma) hijas de Forcis y Ceto. En la mitología griega les llamaban Grayas y habían nacido ya envejecidas, compartían un solo ojo y un diente, o sea que veían y se alimentaban a través de una única perspectiva del mundo…

¿De qué se ríe?, no le estaba hablando de los partidos políticos.

¿Pero y si sí? A más ver

Twitter: @Almagzur

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