Sabíamos que era inminente, pero no pensábamos que sucedería tan pronto. Ya éramos el país con más niños gordos en el mundo. Ahora también somos los reyes de la obesidad en adultos.
Con la obesidad ocurrió lo que no ocurre en otros ámbitos de la vida: destronamos a los gringos de su título mundial y según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tenemos la nada halagadora y muy preocupante cifra de un 70% de la población con problemas de sobrepeso. Un tercio de ellos son obesos. Lo deprimente es que en 1989 sólo un diez por ciento de la población en México era obesa. ¿Qué pasó en esos 24 años para que a la mayoría de los mexicanos se les hinchara el cuerpo de grasa? La respuesta está en el aumento del consumo de refresco, la proliferación de la comida rápida y los trabajos sedentarios que llevan a muchos mexicanos a consumir diariamente tacos grasosos, tamales, quesadillas, etc.
