Narra amiga de secuestrados en Matamoros horas de preocupación

INTERNACIONALES

El desesperado intento por rescatar a cuatro estadounidenses que fueron retenidos en México, secuestro en el que dos murieron, ocurrió después de que una quinta persona que viajaba con el grupo se puso en contacto con la Policía cuando los demás no volvieron a Estados Unidos como se tenía previsto.

Cheryl Orange, quien no cruzó a México con los demás, dijo en un mensaje de texto que se suponía que sus amigos iban a regresar menos de 15 minutos después de dejar a su acompañante, Latavia McGee, en su cita para una cirugía estética el viernes 3 de marzo en la ciudad de Matamoros, limítrofe con Texas.

Orange se quedó en un motel en Brownsville, Texas, y dijo que se preocupó a medida que pasaba el tiempo y no tenía noticias del resto del grupo.

El jueves 2 de marzo, los cinco amigos emprendieron un viaje por carretera en una minivan alquilada desde Carolina del Sur hasta el extremo sur de Texas, según un reporte policial basado en la declaración de Orange. Cuatro de ellos partieron aproximadamente a las 8 de la mañana del viernes rumbo a México.

Las declaraciones de Orange y el reporte ofrecen un panorama más detallado hasta el momento de lo que sucedió antes del secuestro. McGee y otro amigo ingresaron el martes 7 de marzo a un hospital estadounidense, después de que las autoridades mexicanas los rescataran y hallaran los cuerpos de sus otros dos amigos en una choza de madera ubicada a las afueras de Matamoros. Una mujer mexicana también murió durante el ataque.

Orange le dijo a la Policía que no cruzó la frontera porque no tenía su identificación

En el ataque, Latavia McGee y Eric Williams resultaron heridos, mientras que Zindell Brown y Shaeed Woodard murieron. Orange confirmó en un mensaje de texto que fueron al viaje para acompañar a McGee a que se realizara una cirugía estética.

“Ella sólo iba a una cirugía estética, eso es todo. Es todo y les pasó esto”, comentó Orange.

Las autoridades mexicanas han dicho que el grupo recibió disparos y chocó la vagoneta poco después de llegar a Matamoros, cuando miembros del crimen organizado rondaban las calles.

Los estadounidenses fueron colocados en una camioneta pickup. Las autoridades mexicanas emprendieron una búsqueda desesperada, mientras los responsables los movían de un lugar a otro, incluso trasladándolos a una clínica, con el fin de crear confusión y evitar las labores de rescate, dijo Américo Villarreal, gobernador del estado de Tamaulipas.

Orange contó a las autoridades en Brownsville que ella tenía el equipaje de todos pero que no los había podido contactar, según el reporte policial. Intentó llamar a sus celulares, pero sonaban apagados, de acuerdo con las autoridades.

El documento señala que un agente le proporcionó a Orange un número telefónico para el puente internacional de la zona y le recomendó que diera seguimiento con investigadores penales el lunes 6 de marzo, en caso de que siguiera sin saber de sus amigos.

Un portavoz del Departamento de Policía de Brownsville no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios. CNN fue el primer medio en informar sobre el reporte policial. Se desconoce cómo es que el FBI, que encabeza la investigación del lado estadounidense, recibió el primer informe sobre el secuestro.

Las autoridades mexicanas encontraron al grupo el martes en una choza de madera, resguardada por un hombre que fue arrestado, en el ejido El Tecolote, al este de Matamoros, rumbo a una parte en el Golfo de México conocida como Playa Bagdad, según el fiscal general de Tamaulipas, Irving Barrios.

Una página de GoFundMe, creada por la familia de Brown, indica que sus familiares esperan que el amado hijo, hermano, tío y amigo reciba la despedida que merece.

Familiares del grupo señalaron que los cuatro forjaron una amistad estrecha al crecer juntos en la localidad de Lake City, Carolina del Sur, una comunidad de menos de 6 mil habitantes en la región Pee Dee del estado. Algunos familiares dijeron que pasaron días de agonía a la espera de saber si sus seres queridos habían sobrevivido.

Autoridades de Lake City pidieron a la comunidad que brinde apoyo a los familiares de las víctimas, y la alcaldesa Yamekia Robinson les envió sus más sinceras condolencias.

“Les pedimos que cada uno de ustedes, sus amigos, sus iglesias, y sus comunidades en todo el país, nos mantengan en sus pensamientos y oraciones mientras nosotros, la ciudad de Lake City, y las familias lamentamos la pérdida y pasamos juntos por este trágico incidente”, dijo Robinson en un comunicado.

El Heraldo de México

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