Otra mujer estadounidense, Shelbie Lynn Dwyer, de 17 años, desaparece en México

La Fiscalía de Sinaloa considera que la menor de edad, de la que se perdió el rastro el 31 de marzo, “se encuentra en riesgo” y “puede ser víctima de un délito”

Shelbie Lynn Dwyer, una estadounidense de 17 años, desapareció el pasado 31 de marzo en el municipio de Salvador Alvarado, Sinaloa. La Fiscalía del Estado emitió este martes una alerta de búsqueda de la menor de edad, donde establece que el día que se perdió su rastro la joven “pudo haber estado en el cíber y papelería Curiosita, en Guamúchil, sin que hasta el momento se tengan más datos sobre su posible paradero”. El Ministerio Público considera que Lynn Dwyer “se encuentra en riesgo, toda vez que puede ser víctima de la comisión de un delito”.

Lynn Dwyer es de complexión delgada, mide 1,57 metros y su cuerpo está decorado con tatuajes como la palabra “bendita” en el brazo derecho, la palabra “muérdeme” en el culo, un corazón pequeño en el dedo medio izquierdo o ”palomas y manos de oración en el brazo superior izquierdo”, según la ficha de búsqueda de la Fiscalía.

La de Lynn Dwyer no es una desaparición excepcional. En los últimos meses, la prensa a lo largo y ancho de México ha informado de similares casos de otras mujeres estadounidenses, una problemática que se suma a la grave crisis de feminicidios y desapariciones de mujeres mexicanas que ya existía en el país. Del último caso hace menos de una semana: Bionce Amaya Cortez, una mexicana de 20 años, residente en Texas, fue encontrada muerta el fin de semana en Nuevo León, su Estado natal, al que había acudido para pasar las vacaciones de Semana Santa. La Fiscalía estatal investiga el suceso como un feminicidio.

En la misma zona de Nuevo León que desapareció Cortez, el pasado febrero se perdió el rastro a otras tres estadounidenses de origen mexicano, también residentes en Texas: Marina Pérez Ríos, Maritza Trinida Pérez Ríos y Dora Alicia Cervantes Saenz, quienes presuntamente se dirigían a vender ropa a un mercadillo. Dos meses después, nadie sabe dónde están.

A la lista se suma el caso de Mónica de León Barba, secuestrada en noviembre en Jalisco. El FBI ofrece una recompensa de 40.000 dólares por cualquier información que conduzca a su aparición. También María del Carmen López, desaparecida en Colima este febrero, presuntamente también raptada, según el FBI, que ofrece 20.000 dólares de recompensa por su aparición. Las estadísticas crecen mes a mes mientras el Gobierno asegura que trabaja para solucionar la crisis.

La desaparición de Lynn Dwyer se produce en un contexto de tensiones diplomáticas entre México y Estados Unidos por la crisis de inseguridad que se vive al sur del Río Bravo, disparado por la altamente mediática desaparición de cuatro ciudadanos estadounidenses el pasado febrero en Tamaulipas. Dos fueron hallados con vida, dos muertos. El ala más radical del Partido Republicano de EE UU utilizó el suceso como gasolina para alimentar una vieja aspiración de los sectores más conservadores: declarar a los carteles de la droga como grupos terroristas para poder realizar operaciones militares en suelo mexicano.

La excusa, además del crimen, fue la epidemia de fentanilo que sufren las calles estadounidenses y ha provocado récords de muertes por sobredosis en el último año. Los legisladores republicanos acusan a México de producir el opioide que luego se consume al otro lado de la frontera. El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, se revolvió contra la propuesta republicana. “México es mucho más seguro que Estados Unidos”, aseguró el mandatario en un órdago político en el que también afirmó que no va a dejar que el país vecino “pisotee” la soberanía nacional. “Tenemos que mantener nuestra relación, es muy importante la cooperación con Estados Unidos, pero sin subordinación”, matizó después.

El Departamento de Estado de EE UU mantiene la alerta sobre sus ciudadanos para no viajar a seis Estados mexicanos: Colima, Guerrero, Michoacán, Sinaloa, Tamaulipas y Zacatecas, debido al “crimen” y los “secuestros”. El organismo recomienda también “reconsiderar” si el destino del viaje es Baja California, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Jalisco, Morelos o Sonora. Solo con Campeche y Yucatán señala que se deben “ejercitar las normales precauciones para un viaje”. Para resto de territorios, urge a “ejercer precaución”.

En México, casi 112.000 personas han desaparecido desde 1964, según los datos oficiales. Solo en 2023, 30.968 fueron asesinadas en el país, donde menos del 1% de los crímenes son resueltos, de acuerdo con un análisis de la organización civil Impunidad Cero.

El País

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