A pesar de los trabajos frecuentes de bacheo que se realizan en el puente Universidad, este paso elevado sigue presentando problemas de agrietamiento en su carpeta de rodamiento, lo que vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de evaluar la alternativa de su total reconstrucción.
Innumerables, resultan ya, las reparaciones hechas a este puente que diariamente presta servicio a miles de vehículos que se mueven entre el centro y el oriente de la capital y viceversa.
Este servicio se ha prestado por al menos cuatro o cinco décadas, si no es que más, y diversos sectores sociales ya han debatido sobre el fin de la vida útil del puente.
Algunas de las grietas son visibles no solamente en la capa de asfalto que cubre el paso elevado, sino también en algunos puntos de sus juntas y soportes. Además, sus barandales y escaleras también presentan daños, ya sea por desgaste, vandalismo o como resultado de accidentes vehiculares.
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