Por tercera vez, aplazan juicio contra Alejandro N.

  • La audiencia de este jueves se rodeó de inconsistencias de los testigos de la defensa del ex funcionario del DIF estatal.

Abelardo Medellín

El juicio oral en contra de Alejandro N., ex trabajador del DIF estatal acusado de violación agravada contra un menor, se aplazó por tercera ocasión.

Luego de un mes de vacaciones, los jueces encargados del caso reanudaron las jornadas de interrogatorio de testigos la tarde de este 11 de agosto y continuarían el día 12, sin embargo, tras cuatro horas de desahogo de testigos, los jueces informaron que, por cuestiones de agenda y de disposición de las salas, el juicio se reanudará el 17 de agosto, para continuar el día 18 del mismo mes.

Debido a un compromiso académico de uno de los jueces, la jornada programada para este 12 de agosto fue cancelada y los testigos que habían sido citados repondrán hasta la siguiente semana.

El 2 de junio pasado el juicio de oral se difirió por solicitud del asesor Jurídico de la Comisión Estatal Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEEAV) y en julio pasado se aplazó de nuevo debido a que se cruzó el período vacacional del Poder Judicial del Estado.

En la jornada de este jueves, debido a lo extenso de los interrogatorios, solo pudieron dar testimonio tres de los seis testigos que asistieron, por lo que en las próximas audiencias presentarán su testimonio los testigos restantes.

Una jornada de contradicciones

Este jueves 11 de agosto, se llamó como primer testigo a una mujer que dijo haber trabajado en “la fundación Lomelí“.

La testigo dijo que durante su estancia en dicha fundación conoció a la víctima de Alejandro N., a quien señaló de de ser “un joven violento” y “manipulador”, y que incluso en una ocasión la amenazó con un cuchillo. Aseguró que por esta razón renunció a su trabajo en 2015.

Después de una pregunta de la Fiscalía, la testigo aceptó que, en una entrevista que otorgó en agosto de 2019, ella no dijo trabajar para la fundación Lomelí, sino para la fundación Creando Sonrisas, que dirigía la entonces esposa de Alejandro N., con lo cual surgió la primera contradicción de la tarde.

La testigo terminó por afirmar que ella había trabajado en ambas fundaciones, pero no pudo precisar en qué período trabajó en la fundación Creando Sonrisas. Posteriormente, aceptó que ni si quiera recordaba en cuál de las dos fundaciones conoció a la víctima de Alejandro N.

El siguiente testigo entrevistado fue un ex trabajador de la Comunidad Terapéutica Vista Hermosa, quien dijo haber conocido al joven en 2015 y que era un joven “inquieto y violento”, que además mentía mucho.

El trabajador de la Comunidad Terapéutica afirmó que durante la estancia del joven, hubo incidentes como uno en el que sintonizó un canal de pornografía y otro en el que, al igual que lo narrado por la testigo anterior, había amenazado a alguien con un cuchillo.

A preguntas de la Fiscalía y la asesoría jurídica de la CEEAV, el testigo tuvo que informar que no tenía ningún reporte oficial de dichos incidentes, a pesar de que serían necesarios para el seguimiento del joven, recluido entonces por su comportamiento.

El testigo también dijo haber hablado con el joven hace ocho meses, cuando volvió a ser recluido en Vista Hermosa por un problema de adicción, sin embargo, en el contra interrogatorio, la Fiscalía le hizo saber al testigo que el joven se encontraba fuera de estado desde marzo de 2021, por lo que su afirmación resultó dudosa.

La última testigo en pasar fue una directiva de la Casa de Salud Mental Dina Belanger, quien del 18 al 21 de agosto de 2019, tuvo bajo su resguardo a la víctima del caso.

Según la trabajadora de esta institución, en 2019 rindió una entrevista en la que afirmó que el joven no había dejado la Casa de Salud Mental durante su estancia; sin embargo, tiempo después fue llamada por la Fiscalía General del Estado para mostrarle evidencia de que esto era mentira, pues el joven había salido la noche del 18 de agosto, lo que en un primer momento ella consideró fue coacción por parte de las autoridades.

En el juicio, la testigo afirmó que personal de la Fiscalía le había pedido cambiar su testimonio ante la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (PPNNA) para explicar que en realidad el joven sí había salido durante un tiempo.

De igual manera, en respuesta al contra interrogatorio del asesor jurídico de la CEEAV, la testigo explicó que sí cambió su testimonio, pero no por coacción de nadie, sino porque pudo corroborar dicha salida de la víctima, quien había acompañado al entonces sub procurador de la PPNNA para unos estudios ante la Fiscalía.

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