¿Qué pasa cuando un país es forzado a comer menos y andar más?

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Para los expertos en salud pública, Cuba puede ser un objeto de estudio fascinante, pues en pocos sitios en el mundo hay comportamientos tan homogéneos en cuanto a nutrición y actividad física. Si a este factor se suman los cambios a los que se sometió el país durante el llamado “período especial” (entre 1990 y 1995), entonces se pueden obtener resultados únicos.
El doctor español Manuel Franco, profesor de la Universidad de Alcalá y la Johns Hopkins en EE.UU., aprovechó la coyuntura que tuvieron que vivir los cubanos justo después de la desaparición de la Unión Soviética para realizar un estudio de 30 años sobre los efectos poblacionales en enfermedad cardiovascular y diabetes cuando se cambian repentinamente los hábitos alimenticios y la actividad física.

El estudio no tomó en cuenta las deficiencias nutricionales durante los cinco años de crisis profunda.
El resultado fue una disminución en la incidencia de diabetes y enfermedades relacionadas con el corazón, acompañado de una disminución del peso corporal de 5,5 kilos en promedio, durante los cinco años de crisis profunda.
A partir de 1996, la población experimentó un aumento de peso de 9 kilos.
“Ahora mismo, la diabetes está subiendo y la enfermedad cardiovascular -que estaba bajando mucho- ha dejado de declinar”, le explica a BBC Mundo Franco. “Este es un resultado muy negativo para Cuba hoy en día”.

 

Antes, durante y después

Para el estudio, publicado esta semana en el British American Journal, Franco y su equipo revisaron los datos de la población de Cienfuegos, en el centro de Cuba, durante las últimas tres décadas. Y lo dividieron en tres períodos: precrisis, crisis y postcrisis. Quizás el período más interesante fue el “especial”, donde los cubanos aumentaron de un 30% a un 80% la actividad física y disminuyeron la ingesta calórica diaria de 3.000 a 2.200 calorías.
Este ejercicio y dieta forzados hizo que disminuyera la tasa de mortalidad, particularmente por diabetes y enfermedades cardiovasculares.
“Este estudio lo que demuestra es que el cambio en toda la población, sea para un lado o para el otro, tiene un efecto muy grande sobre la enfermedad cardiovascular y la diabetes”, señala Franco. “Si queremos disminuir, controlar y prevenir las enfermedades, la dieta y la actividad física tienen que ocurrir al mismo tiempo”. Y a nivel de salud pública, “esto tiene que ocurrir en toda la población”. Carencias nutricionales
No obstante, para su investigación, el experto no tomó en cuenta la composición de la dieta de los cubanos durante la primera mitad de los años 90.
“No tenemos datos para estudiar eso porque cuando uno quiere estudiar la composición de una dieta con respecto a un resultado en salud, normalmente los estudios que uno hace son clínicos y la dieta la das tú”, aclaró Franco.
“Es imposible saber a nivel poblacional (la composición de la dieta)”, agregó Franco quien confiesa que esta es “sin duda una limitación del estudio”.
La desaparición del bloque socialista europeo dejó a Cuba en un estado de orfandad frente al embargo impuesto por Estados Unidos. De la noche a la mañana se vio sin su principal proveedor de alimentos y petróleo.
Esto trajo como consecuencia una gran escasez de comida y combustible. Una de las medias del gobierno fue la importación de más de un millón de bicicletas para que los cubanos pudieran trasladarse.
Además de una disminución de peso e incidencia de diabetes y enfermedades cardiovasculares, Cuba se enfrentó a problemas de desnutrición. Estudios anteriores indican que en esos cinco años la dieta de los adultos era de menos de 2.000 calorías al día, mientras que la de los niños y personas de edad avanzada fue de casi 1.500 calorías.

 

Epidemia de Neuritis óptica

El mayor efecto negativo -según varias investigaciones entre ellas una publicada en el New England Medicine en 1995- fue una epidemia de neuritis óptica y polineuropatía periférica carencial en la población, ocasionada por una nutrición inadecuada y la falta de vitaminas como el complejo B.

Varios estudios indican que unas 50.000 personas se vieron afectadas. El período especial también tuvo otros efectos negativos en materia de salud, como el aumento de la mortalidad materno infantil. Sin embargo, si uno sólo se concentra en el impacto de una disminución de peso y aumento de la actividad física, el trabajo de Franco podría verse como positivo.
“¿Qué haría yo si fuera ministro de Salud de algún país? Intentaría que toda la población comiera menos y anduviera en bicicleta o a pie”. “Esto es lo importante del estudio, lo que lo hace único”, concluyó Franco quien también aclaró que para su investigación no tomó en cuenta las políticas de salud implementadas por el estado cubano durante los últimos 30 años.

 

http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/04/130412_salud_cuba_diabetes_periodo_especial_gtg.shtml?ocid=socialflow_twitter_mundo

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