¿Quién era Ángel Reséndiz, ‘El asesino del ferrocarril’?: Origen de su apodo

La frontera entre México y Estados Unidos está llena de historias que conmueven y aterrorizan a la población, una de ellas es la de Ángel Leoncio Reyes Reséndiz, El asesino del ferrocarril.

Reséndiz fue un asesino serial mexicano que a lo largo de la década de los 90 aterrorizó a los Estados Unidos. Te contamos la historia de este criminal y el por qué le decían El asesino del ferrocarril.

Historia de Ángel Reséndiz: ¿Por qué le decían El asesino del ferrocarril?

Ángel Reséndiz nació el primero de agosto de 1959 en Izúcar de Matamoros en la localidad de San Nicolás Tolentino, Puebla.

Como gran parte de los asesinos seriales que han existido a lo largo de la historia, Reséndiz no tuvo una infancia fácil; con tan sólo 12 años de edad escapó de su hogar; desde entonces no se supo nada de él hasta 18 años después cuando regresó a Puebla, presuntamente cuando ya era un asesino serial.

Según contó en una entrevista Rafael Reséndiz —tío del asesino— un día, Ángel se subió a un camión y no volvió a saber nada de él hasta que regresó a su localidad cuando tenía 30 años. Lo que nunca imaginó es que hasta la propia Oficina Federal de Investigación (FBI) buscaba a su sobrino.

Reséndiz estuvo dentro de los 500 fugitivos más buscados del FBI.
Reséndiz estuvo dentro de los 500 fugitivos más buscados del FBI.

Ángel Reséndiz estuvo lejos de su familia de 1971 a 1989, años en los que las autoridades estadunidenses comenzaban a sospechar de la presencia de un asesino serial que operaba cerca de las estaciones de trenes.

El primer caso de homicidio atribuido a Reséndiz se remonta a 1986, de ahí se cree que hubo al menos otros 15 homicidios que las autoridades determinaron que el mexicano era el responsable, gracias a que encontraron un patrón entre los crímenes cometidos.

El originario de Puebla cometió la mayoría de sus homicidios cerca de las vías del tren, donde abandonaba los cuerpos de las víctimas, ya que el asesino serial utilizaba este transporte para moverse por todo Estados Unidos de forma ilegal sin que lo arrestaran.

Gracias a este modus operandi, Reséndiz no sólo se libró de la justicia de 1986 a 1999, sino también es la razón por la que le apodaron El asesino del ferrocarril, aunque también se le conoce como: El asesino del tren, El asesino de la vías, o El asesino de los rieles.

Para 1999 —año en que las autoridades estadunidenses capturaron al poblano— El asesino del tren estaba dentro de los 500 fugitivos más buscados por el FBI.

La detención del asesino serial fue difícil ya que por mucho tiempo no estaba clara la identidad real del mexicano, pues cuando llegó a Estados Unidos aseguró llamarse Rafael Reséndiz Ramírez, también se identificaba como Ángel Maturino Reséndiz, pero el verdadero nombre del homicida era Ángel Leonicio Reyes Reséndiz.

Reséndiz acostumbraba a asesinar a su víctimas cerca de las estaciones de tren en Estados Unidos.
Reséndiz acostumbraba a asesinar a su víctimas cerca de las estaciones de tren en Estados Unidos.

Modus Operandi de El asesino del ferrocarril

Según la oficina General del departamento de Justicia de Estados Unidos, Reséndiz cruzó la frontera entre México y el país de las barras y las estrellas por primera vez en 1973, dos años después de que escapara de su casa.

Desde entonces, el mexicano fue reportado a tierras aztecas en cuatro ocasiones; sin embargo éste se las ingeniaba para volver al país estadunidense de forma ilegal a través de los trenes, con los que incluso llegaba a cruzar hasta Canadá.

Fue ahí que el asesino descubrió que las vías del tren serían un buen lugar para cometer sus crímenes o por lo menos deshacerse de los cuerpos, ya que algunas versiones sobre el poblano indican que los homicidios los realizaba en las casa de las víctimas para robarles.

Reséndiz utilizaba cualquier objeto para asesinar a sus víctimas, con el objetivo final de despojarlas de sus pertenencias, sobre todo artículos de joyería que traficaba a través de la frontera para dárselos a su familia luego de volver a su ciudad natal.

El objetivo de Reséndiz era despojar a sus víctimas de sus objetos personales de valor: como joyas.
El objetivo de Reséndiz era despojar a sus víctimas de sus objetos personales de valor: como joyas.

También hay indicios que prueban que El asesino del ferrocarril llegó a abusar sexualmente de algunas de sus víctimas mujeres, a pesar de que éste no era el objetivo principal de sus ataques.

El asesino del ferrocarril fue acusado de cometer al menos 15 homicidiosMILENIO te cuenta la historia detrás de algunos de sus crímenes.

Víctimas de Ángel Reséndiz: ¿Hay algún sobreviviente?

El historial criminal de Reséndiz comenzó en 1986, cuando asesinó a una mujer que las autoridades estadunidenses jamás pudieron identificar.

El cuerpo de su víctima número uno fue encontrado con cuatro impactos de bala y abandonado en una granja en el condado de Bexar. Una vez que detuvieron al asesino, confesó que mató a la mujer porque le faltó al respeto; además de que también aceptó haber asesinado a su pareja.

Otro de los casos es el asesinato de una neuróloga graduada de la Escuela de Medicina de Baylor, a quien violó, golpeó y finalmente la apuñaló con una estatuilla al interior de la casa de la víctima, ubicada cerca de las vías del tren de la Union Pacific. 

El departamento de justicia criminal de Texas indicó que el crimen ocurrió el 17 de diciembre de 1998, cuando Resendiz entró al hogar de la mujer con el fin de robar dinero en efectivo.

Un año antes, El asesino del ferrocarril habría acabado con la vida de un joven de 21 años de edad identificado como Cristopher Maler.

Maler era un estudiantes de la Universidad de Kentucky, que el día de su asesinato se encontraba caminando de la mano con su novia cerca de una vías del tren, cuando de repente fueron embestidos por el mexicano, quien golpeó fuertemente con una roca a la mujer y asesinó al joven.

En aquella ocasión, Ángel Reséndiz dio por muerta a Holly Dunn —novia de la víctima— a quién violó y golpeó; sin embargo, la mujer sobrevivió al ataque y fue atendida en un hospital.

Actualmente, Holly Dunn es la única víctima sobreviviente del mexicano de la que se tiene registró y quien contó su historia en la serie de televisión Dates from Hell, además de haber fundado su propia organización —Holly’s House— en la que ayuda a mujeres que han sufrido agresiones sexuales.

Cristopher Maler y  Holly Dunn, víctimas de Ángel Reséndiz.
Cristopher Maler y Holly Dunn, víctimas de Ángel Reséndiz.

¿Cómo capturaron a El asesino del ferrocarril?

Luego de que Ángel Reséndiz regresara de nuevo a Puebla, su familia comenzó a sospechar de los actos ilícitos que cometía el criminal, por lo que supuestamente uno de sus familiares cercanos habría contactado al FBI para planear la detención del mexicano.

Reséndiz fue capturado en 1999, a la edad de 39 años, cuando se rindió ante las autoridades estadunidenses. Quienes tardaron siete años en sentenciarlo y declararlo culpable.

Finalmente, El asesino del ferrocarril fue ejecutado el 27 de junio de 2006 mediante la inyección letal, por ser encontrado culpable del asesinato de Claudia Benton, la graduada de medicina que asesinó en 1998.

El día de su muerte Reséndiz dijo: “Sí, señor. Quiero preguntarte si está en tu corazón perdonarme. No es necesario. Sé que permití que el diablo gobernara mi vida. Sólo te pido que me perdones y le pido al Señor que me perdone por permitir que el diablo me engañe. Doy gracias a Dios por tener paciencia conmigo. No merezco causarte dolor. No te merecías esto. Merezco lo que estoy recibiendo”, se muestra en un informe del departamento de justicia criminal de Texas, estado en el que cometió la mayoría de sus crímenes.

La sentencia del mexicano tardó años debido a que su defensa alegaba que su estado de salud mental no era óptimo, además de que pidió que no le echaran la culpa de todos los homicidios cerca de vías de tres; sin embargo, a pesar de las apelaciones el día del juicio final para el asesino serial llegó.

Reséndiz murió por medio de la inyección fatal.
Reséndiz murió por medio de la inyección fatal.

Además de sus actos ilícitos, El asesino del ferrocarril será recordado por una de sus frases más polémicas que dijo mientras estaba en prisión: 

“No creo en la muerte, sé que el cuerpo se pierde, pero yo, como persona soy eterno, viviré por siempre”.

Milenio

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