La iglesia católica potosina está de manera contundente en contra de la pena de muerte y de castrar a los violadores; lo que debe hacerse es que los responsables de impartir justicia se dediquen a hacer su trabajo, y no fomenten la impunidad, advirtió el vocero de la Arquidiócesis potosina, Tomás Cruz Perales.
Dijo que desde el punto de vista jurídico ninguna de esas dos soluciones se apega a la necesidad de impartir la justicia, porque lo que necesita la sociedad es que la autoridad pueda combatir eficazmente la delincuencia y los crímenes de esa naturaleza, sin quitar la vida a las personas.
“La postura de la iglesia es no a la pena de muerte ni a ninguna otra acción, sino que se tiene que trabajar por la justicia y pedir que las instituciones que están dedicadas a eso… que se pongan a trabajar, puesto que existe mucha impunidad en tantas situaciones”.
Explicó que si se da el espacio a la pena de muerte, entonces es más complejo por la discusión de hasta qué punto realmente se aplica la justicia.
Informó que probablemente, lo prudente es que se aplique la justicia y que se trabaje y bien, porque las fiscalías y todas las personas responsables de ellas, tienen que ponerse a trabajar, “porque existe tanta impunidad y tantas situaciones que no se han llevado a su solución”.
Recordó que precisamente por casos que no han sido resueltos, hay un reclamo de la mamá de Karla Pontigo Lucciotto , en el que se habla de para qué sirven las medidas extremas, si no se hace justicia.
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