El luchador Shocker, liberado tras su detención en Oaxaca, relató su experiencia y rechazó las acusaciones en su contra. Aseguró que no estaba bajo los efectos de drogas o alcohol durante el incidente. Además, denunció el abuso de la policía y su intento de obligarlo a firmar un papel que consideraba peligroso para su vida. Manifestó su disposición a recibir ayuda y planteó la importancia de la voluntad personal en el proceso de rehabilitación.
Shocker narró cómo se defendió ante las autoridades y señaló que estas se sorprendieron al verlo en pleno uso de sus facultades mentales. También agradeció el apoyo recibido por parte de algunas personas en Oaxaca y expresó su deseo de asistir a una clínica de rehabilitación en Torreón, reconociendo la importancia de estar en una buena disposición para el tratamiento.
El luchador destacó que, aunque no defiende el consumo de drogas o alcohol, sí defiende su integridad como persona. Afirmó que seguirá luchando por su bienestar y se mostró agradecido por el respaldo recibido en estos momentos difíciles.