¿A quién no le gusta saber qué hacen y en dónde se meten los otros? De hecho, saber sobre la vida privada de las personas es de las cosas más sabrosas a las que se dedica mucha gente: el chisme. A veces es verdad, a veces es mentira, pero siempre es entretenido. En esta ocasión les comentaré de unos libros editados por el Fondo de Cultura titulado Historia de la vida cotidiana en México: tomo V : volumen 2. Siglo XX. La imagen, ¿espejo de la vida?
He de aclarar que se trata del tomo V, el cual trata sobre la imagen, pero todos los volúmenes de esta colección son recomendados con la seguridad de que les gustarán. Me enfoco en el tomo V ya que este trata precisamente sobre la imagen como protagonista de la vida cotidiana en el México del siglo XX. ¿Qué para qué le sirve a un diseñador saber sobre vida cotidiana? Pues nada más ni nada menos que para entender a la gente, su idiosincrasia, referentes, formas de consumo, de pensamiento y costumbres. En este tomo es de destacar en ensayo que habla sobre la historieta entre 1904 y 1940 en donde damos cuenta de la ingenuidad y decoro que se seguía tanto en cartones políticos como en historietas cuya intención fuera la de entretener.
Destacan en el rubro de historietas con fines publicitarios las de El Buen Tono. Otro texto por demás interesante es el titulado “Casa, vestido y sustento. Cultura material en anuncio de la prensa ilustrada (1894-1936) que da cuenta de los anuncios aparecidos en este periodo que son protagonistas y testigos de la naciente cultura del deseo: la publicidad. Encontramos entre líneas, imágenes de anuncios dibujados de forma delicada y precisa para anunciar desde los cajones de ropa hasta los grandes almacenes; desde la humilde escoba hasta el “sofá diván”. Finalmente comento otro ensayo que me encantó: “De la tecnología al orden doméstico en el México de la posguerra”.
El título suena aburrido pero el contenido es genial: habla sobre la modernización respecto de los enseres domésticos, desde la estufa de carbón o petróleo hasta la estufa de hornillas a gas o eléctrica; una estufa marca Delher costaba 250 pesos ya que era de encendido automático, mientras que otras más sencillas podían comprarse por módicos 79 pesos.
En este ensayo vemos el nacimiento de los calentadores de agua a gas, el mobiliario sanitario ¡dentro de las casas! Y cómo los nuevos electrodomésticos generaron la necesidad de crear otros productos como por ejemplo las lavadoras que necesitaban de detergente en polvo para funcionar mejor. Divertido, interesante, asombroso y lleno de nostalgia es este libro que estoy segura encantará a diseñadores de todas las disciplinas.
Irma Carrillo
Twitter: @IrmaCarrilloCh
