Al salir de la oficina de la PGR en Sonora, donde acudió este lunes a declarar bajo el cargo de negligencia médica por extirpar el único ojo sano a un bebé de 14 meses de edad, el médico Armando Cisneros Espinoza subió a un auto y se tapó la cara, para que los medios de comunicación presentes no pudieran grabar su rostro.
Cobijado por su abogado Hugo Walldes, el empleado del IMSS se retiró y sólo su defensor hizo breves declaraciones públicas.
Aseguró que su cliente alcanzará libertad caucional mediante el pago de una fianza, aunque se rehusó a dar pormenores del caso debido al curso de las investigaciones que sigue la autoridad para integrar el expediente.
“Estamos en plena investigación, no podemos dar ninguna opinión ni postura al respecto, pero estamos muy dolidos y vamos a continuar en este proceso”, expresó, de acuerdo con un video difundido en redes sociales por el sitio Uniradio Noticias de Sonora.
Fuente: Excelsior
