Villa de Pozos: Entre la Propaganda y la Verdad

DESTACADOS, La pluma desafiante

Por: editorial antena

Aquí estamos, en medio de la discordia entre lo real y lo ilusorio, entre la verdadera voluntad del pueblo de San Luis Potosí y las maquinaciones de aquellos que, desde sus púlpitos de poder, pretenden moldear la realidad a su antojo.

Ah, Ricardo Gallardo Cardona, con sus anticipaciones y afirmaciones, celebrando victorias antes de tiempo y construyendo narrativas convenientes. Todo se presenta como inevitable, como si la municipalización de Villa de Pozos fuera un clamor unánime, una decisión respaldada por todos. Pero ¿es esto cierto? ¿O solo es una estrategia más, un juego de luces y sombras para ocultar la verdad?

Vemos cifras, sí, pero ¿representan la realidad? Un 93.18% de abstencionismo es un rugido ensordecedor, una cifra que no puede ser descartada ni ignorada. Cada porcentaje, cada número, es un ciudadano, una persona con una historia, una opinión, y una voz que ha elegido el silencio. Este abstencionismo no es simplemente una estadística sin importancia; es un reflejo de la desilusión, del cansancio o de la desconfianza hacia un sistema que parece no escuchar o representar adecuadamente a su gente.

Quizá para algunos, este silencio se interpreta como indiferencia o apatía, pero ¿y si fuera más que eso? ¿Y si es una forma de protesta silenciosa, una decisión de no participar en un juego que muchos sienten que está amañado desde el inicio? Se habla de un apoyo de cuatro a uno, pero esas cifras omiten el enorme elefante en la sala: el vasto número de personas que, por una razón u otra, optaron por no ser parte de este ejercicio.

Y aún con todo esto, con esta evidencia del descontento y la indiferencia ciudadana, se sigue avanzando en este proyecto de municipalización exprés. Se habla de un apoyo de cuatro a uno, se celebra una victoria inexistente basada en un raquítico 5.45% de los ciudadanos. ¿Pero qué pasa con el resto? ¿Dónde está su voz en todo esto?

La realidad se impone, y no se puede negar que el proceso ha estado manchado de irregularidades, de falta de transparencia. Se ven amparos y juicios, se ve la lucha de distintos grupos de la sociedad civil, se ven los intentos de combatir un proceso que ha sido forzado, apresurado.

Y en todo esto, me pregunto, ¿qué significa la democracia para nosotros? ¿Es solo una palabra bonita, un ideal inalcanzable? ¿O es un derecho, un deber, una responsabilidad? La municipalización de Villa de Pozos no es solo un acto administrativo, es un reflejo de nuestro sistema democrático, un termómetro de la salud de nuestra sociedad.

Villa de Pozos, con su historia y su gente, está en el centro de una batalla entre la realidad y la propaganda, entre la legalidad y la urgencia inexplicada. Y, mientras el gobernador intenta imponer su versión de la realidad, los habitantes de San Luis Potosí y Villa de Pozos se ven atrapados en medio de este juego de poder.

Es hora de mirar más allá de las cifras y las afirmaciones, de escuchar todas las voces, no solo las que resuenan en los pasillos del poder. Es hora de cuestionar, de reflexionar, de buscar la verdad en medio de la farsa. Porque, al final del día, la realidad se impone, y la verdad siempre encuentra su camino a la luz.

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