Una de las conductas más normales de un perro es su aullido y si bien este sonido lo emite cuando se siente solo, también puede responder a otras causas. Una de ellas es la preservación de su espacio o la zona de su territorio, algo muy característico de los lobos. Los animales aúllan para defender sus límites y advertirle a los otros que no deben ingresar.
Los perros también aúllan porque es su forma natural de comunicarse por naturaleza. De esta manera pueden emitir sonidos y llamar a su manada a grandes distancias. Otra razón es que les causa ansiedad la separación de la manada. Es su forma de decir “aquí estoy, búscame”. Suele pasar con animales callejeros.
La ansiedad por separación de los dueños humanos, también es detonante del aullido de un perro. Estos animales son emocionales, cariñosos y leales por excelencia con las personas. Como el vínculo es muy fuerte, la respuesta de los peludos ante la soledad es esa. En este sentido, algo similar sucede con la búsqueda de atención. Pueden emitir estos sonidos para pedir caricias, comidas o simplemente manifestar su nerviosismo.
El aislamiento va de la mano con la soledad que puede experimentar un perro y, por lo tanto, puede terminar aullando. Dejar las mascotas durante mucho tiempo solas en casa, puede traducirse en un permanente aullido y en conductas anormales no deseadas o violentas. Los perros también aúllan porque se emocionan y requieren reconocimientos o “premios” de parte de sus dueños.
Estos animales también pueden tener este tipo de conductas porque se sienten mal o tienen problemas de salud. Alguna enfermedad que los esté afectando, es causa de aullido en estos cuadrúpedos. En esta misma línea, también pueden emitir este sonido porque se sienten molestos o irritados en algún entorno específico: música muy fuerte, gritos, fuegos artificiales, alarmas fuertes, sirenas o pitidos electrónicos, entre otros. Lo mismo con los sonidos demasiado agudos o ruidosos, estos son irritantes para su sentido del oído tan desarrollado.
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