El sector de comercio teme que la nueva ley que prohíbe el uso de bolsas y popotes de plástico pueda tornarse a fines recaudatorios, por la poca flexibilidad para utilizar otros productos alternativos y las multas excesivas que se interpondrán, las cuales van desde los cuatro mil hasta los cinco millones de pesos.
Al respecto el presidente de la Cámara Nacional Comercio, Servicios y Turismo (CANACO-SERVYTUR), Alejandro Pérez Rodríguez, manifestó que la ley debería permitir que los negocios usen bolsas hechas de materiales que puedan degradarse en un plazo de dos a tres años aproximadamente, como se hace en otros estados; así mismo consideró que fue muy poco el tiempo para informar a los agremiados sobre otras alternativas para que fueran migrando poco a poco.
“Las multas están fuera de sí, creo que está mal hecho, es lamentable y triste que un tema tan importante como es la ecología y el buscar que seamos más responsables con nuestro planeta, pues las autoridades y en este caso de los diputados hagan una ley que sea totalmente recaudatoria, eso no debe ser y está fuera de toda órbita de lo que nosotros deseamos como ciudadanos”, expresó.
Por su parte el presidente de Nuestro Centro, Alberto Narváez Arochi, dijo que temen que esta ley pueda tener un trasfondo recaudatorio, pues “falta un poco de flexibilidad sobre todo porque no hay mucho de donde echar mano”; en ese sentido dijo que probablemente estos cambios repercutirán directamente en el consumidor, pues es más costoso adquirir productos biodegradables.
“Las bolsas que se dicen biodegradables no son baratas, nosotros lo vemos por el lado de que implica un costo mayor, los negocios pequeños que son de supervivencia les van a incrementar mucho sus costos; de por sí las cosas están como están pues entonces siento que es un poco complejo”, comentó.
En ese sentido declaró que si la ley no va a ser flexible entonces que se amplíe el periodo de tiempo para poder migrar a otras alternativas.
EL SOL DE SAN LUIS
