Al cumplir cuatro años de mandato, Joe Biden se presenta como un presidente que ha restaurado la estabilidad global tras los años turbulentos de Donald Trump, quien dejó a Estados Unidos aislado y con relaciones tensas. Biden asumió la presidencia en 2021, cuando el mundo enfrentaba la peor pandemia en un siglo, y rápidamente tuvo que lidiar con crisis internacionales como la retirada de Afganistán, la invasión rusa a Ucrania y el conflicto en Gaza.
Uno de los mayores logros de Biden, según su administración, ha sido restaurar la credibilidad de Estados Unidos, recuperar alianzas clave y demostrar que el país sigue siendo un actor global fundamental. Sin embargo, los votantes estadounidenses han devuelto el poder a Trump, lo que podría revertir este enfoque y dar paso a una política más proteccionista, según algunos analistas.
En su balance, Biden destacó la cooperación internacional para enfrentar la guerra en Ucrania, donde Estados Unidos ha liderado un esfuerzo de apoyo militar y económico a Kiev. A pesar de las críticas sobre su prudencia a la hora de entregar armas avanzadas, Biden confía en que el respaldo a Ucrania continuará después de su mandato, si los congresistas y el nuevo presidente así lo deciden.
Por otro lado, la relación de Biden con Oriente Medio ha sido marcada por el apoyo a Israel en la guerra contra Hamás, mientras enfrenta presiones por el alto número de víctimas palestinas. Aunque algunos activistas pro palestinos exigen un cambio en la política de armamento, la postura de Estados Unidos se mantiene firme.
Sin embargo, la presidencia de Biden también ha enfrentado momentos difíciles. La retirada de Afganistán fue un desastre que marcó negativamente su gestión, mientras que el manejo de la guerra en Ucrania y las tensiones en Gaza siguen siendo puntos conflictivos en su legado. A pesar de las críticas, Biden continúa defendiendo que su administración ha colocado a Estados Unidos y sus aliados en una posición más sólida para enfrentar los desafíos globales.
