Las instalaciones de la Comandancia Central de la Dirección General de Seguridad Pública Municipal sirvieron para que elementos de la corporación despojaran de sus pertenencias al empleado de una empresa de seguridad privada, los hechos se suscitaron el día 26 de julio, fecha en que México ganó la Copa ante Jamaica.
El afectado Antonio Guzmán Carreto quien cuenta con 38 años de edad y tiene su domicilio en la Prolongación Calzada de Guadalupe en la colonia Satélite manifestó su indignación ante éste medio informativo.
El afectado explicó que el día que México jugó la final de la Copa de Oro, ante Jamaica, él en compañía de un vecino, acudieron a ver el partido de futbol en otro inmueble en donde se tomaron algunas cervezas.
Indicó que al término de partido, aproximadamente a las 20:30 horas, de inmediato enfilaron hacia sus domicilios, en la Prolongación Calzada de Guadalupe, pero poco antes de llegar, se percataron que de la otra cera, se detenían elementos de la Policía Municipal “ todos portaban y parecía que iban a detener al peor de los delincuentes, se dirigieron hacia nosotros y con palabras mal sonantes nos dijeron que ya nos había cargado la chingada”.
Indicó que los sometieron a una revisión corporal y no les encontraron ningún objeto que constituyera delito alguno, pero de inmediato les dijeron que estaban detenidos por andar borrachos en la vía pública.
Antonio Guzmán, quien es originario del Distrito Federal los encaró y les dijo que hasta donde él sabía no los podían detener, que no habían cometido ningún ilícito, porque no andaban tomando en la vía pública, que no alteraban el orden público y que además no llevaban ningún objeto que fuera ilegal.
Sus argumentos no fueron escuchados por los municipales, quienes con lujo de violencia, según manifiesta, tanto a él como a su vecino lo subieron a la patrulla, una camioneta azul marino con gris y también les aventaron sus celulares, que en el trayecto les fueron dando de puntapiés.
Indicó que al llegar a la barandilla los pusieron frente a una mujer, que aparentemente es la encargada del lugar, quien también con palabras malsonantes le exigió que se quitara las cintas de los zapatos, en esos momentos él le volvió a decir que le explicara el motivo por el que lo estaban deteniendo, lo único que recibió fue un golpe en la cabeza con la mano abierta.
Dijo que le exigieron que dejara ahí, además de las cintas de sus zapatos, su teléfono celular un Motorola que vale mil 700 pesos, 250 pesos en efectivo, una esclava de oro que tiene un valor de mil pesos y 250 pesos en efectivo y a golpes lo metieron a una de las celdas, todo esto pese a que él es exigía una explicación, haciéndoles hincapié en que estaban violentando sus derechos humanos, pero ahí en la Comandancia Central nadie le hizo caso.
Explicó que aproximadamente tres horas después, los policías fueron por él y así como lo metieron, sin motivo alguno, así lo sacaron, “solamente me dijeron, ya te vas”, fue entonces cuando él supuso que le regresarían todas sus pertenencias, pero cuando lo llevaban para la calle, él les exigió que le dieran sus cosas de valor, fue entonces cuando uno de los oficiales que portaba un arma larga le dijo “no, te vamos a regresar nada, considéralo que es el pago de la multa”.
El afectado indicó que obviamente no estuvo conforme y les pidió que cuando menos le regresaran su teléfono celular, ya que él no es de aquí y el celular es el único medio que tenía para comunicarse con su familia al Distrito Federal, pero tampoco le hicieron caso, se enojaron porque les pidió sus pertenencias y nuevamente lo golpearon.
Indicó que lo sacaron por la parte de atrás de la Comandancia Central y ya en la calle, lo dejaron avanzar cuatro metros, para luego arremeter a golpes en su contra, indicó que uno de ellos portaba un arma larga y con ella le apuntaba, amenazando con dispararle, lo que por fortuna no ocurrió.
Reconoció que cansado de tanta injusticia retó a golpes a uno de los oficiales “me cansé de que me golpearan y le dije: así serás bueno para golpearme con todos tus compañeros apoyándole, quítate el uniforme y nos damos un tiro, para que veas que no es lo mismo andar en montón y con uniforme, pero cerraron la puerta y se metieron”.
Explicó que ahora contempla la posibilidad de formular la denuncia en contra de todos los policías que participaron en la golpiza que le dieron y el robo que cometieron en su perjuicio, estableció que si le ponen a la vista a los oficiales los identificaría de inmediato, aunque también indicó que de seguro quedó un registro de su ingreso a la barandilla y que ahí debe de establecerse quien lo remitió y por qué, además de la identidad de la mujer que lo recibió y que no le regresó sus pertenencias.
“Me dejaron sin un solo centavo, detuve a un taxista, le expliqué que los policías me habían atracado y que no sabía cómo regresar a mi casa, le dije que si me llevaba ahí le podía entregar algo a cambio por el servicio que me prestara y aceptó, si no, me hubiera tenido que regresar a pié” concluyó
Contempla la posibilidad de formular la queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, porque dijo que no cree que la Comisión de Honor y Justicia de la misma corporación pueda hacer algo en contra de sus mismos compañeros.
Fuente: Pulso
