HÉCTOR SERRANO, CON LAS LLAVES DE VALLEJO

A lo Que Te Truje
Por Chencha.
En la dinámica política mexicana, ser un diputado exitoso va más allá de ser un simple representante popular. Un legislador efectivo no solo debe dominar el arte del debate y la creación de leyes, sino también poseer una serie de características que le permitan cumplir con su deber de manera íntegra y eficaz.
Un atributo esencial es la capacidad de liderazgo. Un diputado debe ser capaz de guiar con convicción, estableciendo una visión clara y defendiendo los intereses de sus electores con determinación. Este liderazgo no es solo hacia fuera, en la arena pública, sino también hacia dentro, en el manejo de su equipo y la coordinación con otros miembros de su bancada.
En cuanto a la capacidad de negociación y construcción de consensos, un legislador debe tener la habilidad de dialogar y llegar a acuerdos con otras fuerzas políticas, incluso con aquellas con ideologías opuestas. Esta habilidad es indispensable en un Congreso donde ninguna fuerza política suele tener una mayoría absoluta, y donde los acuerdos son necesarios para avanzar en la agenda legislativa, en el Congreso que viene en San Luis Potosí la ruta es absolutamente incierta.
Morena parece haber tomado distancia y subsiste en sed de venganza con un Verde arrebatador que le quitó todo y arrasó con la mayoría de las posiciones que jugaron y además acaban de “reclutar” 5 alcaldes electos más. La maquinaria Gallardista tiene ahora en Morena a su verdadero contrapeso, el paso de Rosa Icela Rodríguez de la cartera de Seguridad Federal a la Secretaría de Gobernación del gobierno de Claudia que inicia ya el 1ero de octubre implicará otro galimatías complejo por resolver, por la cercanía que tiene la virtual presidenta electa con las hermanas Rodríguez Velázquez, poder bicéfalo del partido vino tinto en tierras potosinas.
La llegada de Héctor Serrano Cortés como el principal operador del gobierno de su “hermano” Ricardo Gallardo, diputado coordinador del bloque Verde-PT es muy significativo, desde hace mucho tiempo no se tenía a un supra legislador y tal vez pocas veces se había “importado” un político de su talante para entrar en funciones reales de una gestión local.
Cuando se habla de un coordinador parlamentario, estas habilidades se amplifican. Además de ser un líder dentro de su bancada, en este caso de dos, Serrano debe tener la destreza de crear condiciones de bloque, es decir, alinear a los legisladores bajo su mando para que actúen con unidad en temas clave. Esto requiere un alto grado de capacidad estratégica y una visión de conjunto que permita identificar oportunidades y amenazas para el grupo parlamentario.
La primera amenaza es justo lo que representa, el refuerzo de lujo con el que Gallardo asume debe establecer las condiciones políticas que ya ganó en las urnas.
El mentado espíritu huachichíl que dicen se manifiesta en muchas condiciones de nuestra cultura cotidiana repele a los foráneos y por más poder y habilidades que tenga, su accionar podría generar un vacío de ecos legislativos a los que no está acostumbrado. Pero tampoco el escenario es muy complejo, la caballada está muy flaca y hay pocas figuras que puedan realmente hacer frente a diligencias con tufo impositivo.
Una de las virtudes de Serrano como político y que deberá usar como doble coordinador es la de la comunicación. Como enlace entre el Ejecutivo y el Legislativo, es crucial que pueda traducir las prioridades del gobierno en acciones legislativas concretas y viceversa. Esta comunicación debe ser fluida y efectiva, asegurando que los mensajes se transmitan sin distorsiones y que los acuerdos se cumplan.
Además, debe crear ser una red de contactos sólida, tanto dentro del Congreso como fuera de él, y saber utilizarla para avanzar en la agenda del gobierno y de sus bancadas. Este rol exige una capacidad de gestión y organización notable, dado que debe estar al tanto de múltiples frentes y saber delegar cuando sea necesario, desde el espacio ocupado hasta ahora, no ha tenido el fuelle aún que le puede dar estas condiciones, debería estar constuyéndolas.
Héctor Serrano es la figura, fuera del sólido y compacto grupo que encabeza Guadalupe Torres dentro de Palacio, que tendrá nuevos alcances y responsabilidades, su estela profesional lo avala, pero también debe ser consciente de los retos que subsisten en la real politik potosina, las aguas se hicieron verdes y pacíficas, pero se tornarán en tormentosas en el transcurso de los siguientes años, los vertederos de la política federal tocarán nuestras costas y la lucha por el 2027 es absolutamente impredecible