Los gigantes de la industria textil, los españoles Inditex y Mango, el sueco H&M, el francés Carrefour y el italiano Benetton, se comprometieron a firmar un plan de mejora de las condiciones de seguridad laboral en las fábricas en Bangladesh, luego del desplome de un edificio de talleres fábrica en ese país que dejó más de 1,100 trabajadores muertos.
En respectivas notas, Inditex (Zara) y H&M (Hennes y Mauritz), anunciaron el lunes por la noche su apoyo a un plan de seguridad en los locales de trabajo lanzado por los sindicatos internacionales IndustriALL y UNI Global Union, que en conjunto representan a decenas de millones de trabajadores del sector textil.
Hoy se sumó a ellos el gigante italiano del sector Benetton. “Acabamos de tomar la decisión de firmar el acuerdo sobre seguridad en materia de incendio y construcciones en Bangladesh propuesto por IndustriALL y UNI” declaró a AFP un portavoz del grupo.
Esta tarde se sumó a ellos el grupo español Mango. El francés Carrefour asimismo indicó su intención de firmar el acuerdo, aunque precisó que no tenía relación comercial con las empresas locales en el edificio que se derrumbó en Bangladesh. IndustriALL, que reivindica 50 millones de trabajadores en 140 países, y UNI Global Unión (20 millones) están en el origen de este acuerdo en 2012.
Inditex, la firma española propietaria de la marca Zara, entre otras, señaló que el acuerdo “busca mejorar las condiciones de salud y seguridad en la industria textil de Bangladesh a través del compromiso de los diferentes actores que intervienen en el sector textil del país asiático”.
De acuerdo con la nota de la empresa, Inditex ya comunicó al secretario general de IndustriALL, Jyrki Raina, “su compromiso total con el acuerdo” sobre seguridad y contra incendios. Un vocero de Inditex dijo que el acuerdo podría ser firmado formalmente más adelante, en una fecha a ser determinada por IndustriALL.
IndustriALL hará públicos en los próximos días los detalles del acuerdo”, señaló la nota de la gigante española el lunes. Por su parte, H&M, el gigante sueco del sector textil, señaló que el plan de cinco años incluye el nombramiento de un inspector independiente para que “diseñe e implemente un programa de inspección de la seguridad contra incendios, que sea creíble y efectivo”.
La organización Clean Clothes Campaign, que lucha contra los abusos laborales en las fábricas textiles, señaló que el compromiso de las gigantes del textil con la seguridad en las fábricas era una “noticia monumental”, y que ello podría impulsar a otras empresas del sector a hacer lo mismo.
Estos anuncios tuvieron lugar poco menos de tres semanas después que un edificio de nueve pisos que albergaba fábricas textiles en la periferia de Dacca, capital de Bangladesh, se desplomó como un castillo de naipes. El último saldo indica que el número de muertos ya asciende a 1,126 trabajadores.
Existen en la actualidad unas 4,500 fábricas textiles en Bangladesh, que elaboran productos para marcas occidentales. Según los sindicatos locales, centenas de esas fábricas deberán cerrar por tiempo indeterminado ante el creciente malestar entre los trabajadores a causa de las condiciones de trabajo.
Bangladesh es el segundo productor de ropa del mundo gracias a los bajos salarios y a la abundante mano de obra. Este sector clave de la economía, que genera 29 mil millones de dólares por año, representó el año pasado el 80% de las exportaciones del país.
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