La decadencia de Televisa y TV Azteca: Caída en la confianza y pérdidas económicas severas

DESTACADOS, MÉXICO, NACIONALES

Televisa y TV Azteca, los gigantes de la televisión mexicana, enfrentan una crisis profunda en términos de credibilidad y finanzas. Aunque estas cadenas aún dominan el panorama televisivo en México, gracias a que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) les renovó sus concesiones por 20 años más a finales del sexenio de Enrique Peña Nieto, ambas atraviesan su peor momento económico y de confianza debido a la calidad cuestionable de sus contenidos, especialmente en sus barras de opinión y noticieros.

Las estadísticas recientes de Nielsen, Investigación de Mercados INRA, HR Ratings y el último informe del Instituto Reuters y la Universidad de Oxford (junio 2024) muestran un descontento creciente entre los usuarios. Según estos datos, el 30% de los encuestados desconfía de N+ (Televisa) y Latinus, mientras que TV Azteca y Aristegui tienen niveles de desconfianza del 23% y 22%, respectivamente.

La crisis de confianza en los medios tradicionales es evidente en un sondeo del Observatorio Mexicano de Medios, que revela que el 52.8% de los entrevistados considera que la información de la televisión no es confiable. El uso de la televisión como fuente de noticias ha disminuido entre los jóvenes, con solo un 11% utilizándola, mientras que la radio y los medios impresos tienen una presencia mínima en este grupo.

Un cambio notable es el aumento en el uso de redes sociales para informarse. La cantidad de mexicanos que usa TikTok para noticias ha subido al 18%. Gerardo Vera, un joven de 19 años, se ha destacado por usar esta plataforma para informar a sus seguidores, alcanzando más de 2 millones de seguidores con su objetivo de “democratizar el conocimiento público”.

A pesar de la baja calidad en sus contenidos, Televisa y TV Azteca continúan recibiendo publicidad oficial del Gobierno federal. Aunque los contratos de publicidad se redujeron en 2018, Televisa sigue siendo uno de los principales receptores de estos recursos. En 2022, un total de 450 medios recibieron publicidad oficial, con Televisa, TV Azteca y La Jornada acaparando casi el 30% del presupuesto total.

En noviembre de 2018, el IFT renovó las concesiones de Televisa para sus canales principales, mientras que TV Azteca recibió la autorización para operar 178 canales a nivel nacional.

Televisa se encuentra también en el centro de un escándalo de extorsión. El presidente Andrés Manuel López Obrador reveló que Televisa intentó extorsionar a Rocío Nahle, Gobernadora electa de Veracruz, pidiéndole 200 millones de pesos para no publicar información comprometedora sobre la refinería de Dos Bocas. Nahle confirmó que un representante de Televisa hizo esta demanda durante la campaña electoral.

Además de la extorsión, Televisa ha enfrentado otros problemas, como el “FIFAgate” y las denuncias de Eduardo Fernández, ex presidente de la CNBV. En el caso del “FIFAgate”, Televisa fue condenada a pagar 95 millones de dólares por sobornar a funcionarios de la FIFA para obtener los derechos de transmisión de la Copa del Mundo. Fernández denunció que Televisa lavó 40 mil millones de dólares entre 2008 y 2011, aunque la empresa ha negado estas acusaciones.

En cuanto a su programación, un episodio de violencia de género en el reality show “La Casa de los Famosos México” provocó críticas y un llamado de la Secretaría de Mujeres de la Ciudad de México para evitar estos comportamientos.

La situación de TV Azteca es igualmente grave. La empresa ha visto una disminución en sus ingresos publicitarios y enfrenta una deuda de 400 millones de dólares. Fue suspendida por la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) por retraso en la presentación de sus reportes financieros y enfrenta una posible bancarrota en Estados Unidos. Además, la televisora debe más de 63 mil millones de pesos al SAT.

Ambas televisoras se están viendo obligadas a adaptarse o enfrentar una declinación continua. Los expertos sugieren que las audiencias jóvenes ya las han abandonado y que las televisoras deben transformarse en plataformas digitales para sobrevivir.

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