En su afán de conseguir algún botín por pequeño que éste parezca, los ladrones de tapas de servicios públicos no respetan ni el perímetro de la Plaza de Armas de la capital.
En la esquina de la calle de Venustiano Carranza e Ignacio Allende, afuera de una plaza comercial especializada en tecnología, una tapa desapareció en el transcurso de la noche del lunes y la mañana del martes, el hoyanco ahora es una riesgosa trampa para peatones distraídos.
Como pasa siempre con este tipo de desperfectos, la oquedad es “aprovechada” por los paseantes como depósito de basura de mano, ya sean botellas plásticas de bebidas, pañuelos desechables, cubrebocas y recipientes de alimentos de un solo uso.
La Plaza de Armas y sus alrededores son monitoreados constantemente por cámaras de seguridad, así que, al menos en teoría, no tendría por qué ser difícil que se ubique al responsable o responsables del hurto.
De vez en cuando, en otras calles del centro como Julián de los Reyes, por citar un solo ejemplo, el robo de tapas metálicas de servicios públicos y empresas de telecomunicaciones arrecia por temporadas y, en muy pocos casos, se ha logrado identificar a las o los ladrones para capturarlos y que restituyan el daño.
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