Seco y abandonado: El Estadio de Beisbol 20 de noviembre

LOCALES, SAN LUIS

El emblemático Estadio 20 de Noviembre, otrora escenario vibrante de partidos de béisbol y sóftbol, hoy presenta un desolador panorama. La cancha, que en tiempos pasados fue hogar de intensas competiciones deportivas, luce completamente seca y descuidada. Los jardines, antes verdes y cuidados, ahora están llenos de tierra y muestran un marrón desolador, resultado del sol implacable y la falta de riego.

El diamante, donde innumerables jugadores perfeccionaron su técnica, ha perdido su brillo. El pasto, castigado por el sol y la falta de mantenimiento, refleja el abandono en que se encuentra el estadio. La zona de bateo, que alguna vez fue el punto focal de muchas emociones deportivas, ahora muestra señales claras de deterioro y desatención. Sin embargo, las líneas de cal que delimitaban el campo de juego aún se vislumbran, testigos silenciosos de un pasado glorioso.

A pesar del evidente estado de abandono del campo, las gradas cuentan una historia diferente. El gobierno del estado llevó a cabo una remodelación de ciertas áreas del estadio, dándole un aspecto renovado a las gradas. Este contraste entre las gradas casi nuevas y el campo deteriorado subraya la falta de una intervención integral que revitalice todo el recinto.

El Estadio 20 de Noviembre no es solo una estructura, sino un símbolo del béisbol en la región. Fue testigo de numerosos partidos de la Liga Mexicana de Béisbol, acogiendo a miles de aficionados que vibraron con cada lanzamiento y cada carrera. Su estado actual refleja no solo el abandono físico, sino también la pérdida de un espacio cultural y deportivo significativo.

El futuro del Estadio 20 de Noviembre es incierto. La comunidad local espera que las autoridades tomen medidas para restaurar este importante espacio deportivo. Un plan de revitalización que incluya el mantenimiento adecuado del campo y la promoción de eventos deportivos podría devolverle la vida a este histórico estadio.

El Estadio 20 de Noviembre, con su rica historia y su actual estado de abandono, representa un llamado a la acción para recuperar y preservar los espacios deportivos que son parte del patrimonio cultural y social de la comunidad.

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